En su columna “Pongamos Pienso” en Punto de Encuentro el físico Carlos Vera exploró las consecuencias del desastre de Chernobyl, más allá de los límites de Ucrania. La contaminación no conoce de fronteras.

Hay dos caminos por los que la contaminación podría haber llegado a Uruguay. Una es por la atmósfera, es decir, el aire. Pero, en ese sentido, tuvimos suerte porque la barrera térmica del ecuador envió la contaminación a la estratosfera y enlenteció el proceso. El otro camino fue la importación de productos producidos en el hemisferio norte. Nuestro problema principal fue las importaciones directas desde Ucrania. En ese entonces ya tenía una gran producción de granos. Había que monitorear cada importación e incluso se rechazaron embarques.

Tras ese episodio, se consiguió mejor maquinaria para monitorear los productos y la producción de energía nuclear en Argentina, por ejemplo.

Para que no haya ningún vestigio de lo que sucedió en Chernobyl habrá que esperar 300 años.

Escuche la columna de Carlos Vera en Punto de Encuentro