En la Columna de Bienestar Yanina Kesman categoriza los alimentos según el Ayurveda, la ciencia de la vida.
El enfoque viene del ayurveda que es la ciencia de la vida, todo lo que gobierna el yoga y desde ese lugar Yanina categoriza los alimentos.
Los alimentos se dividen en tres, alimentos satvicos, alimentos rajásicos y tamásicos.
«Los alimentos satvicos son aquellos que promueven la vitalidad, la energía, el vigor, la salud, la alegría y el buen apetito, el buen comer. Lo que nosotros comemos es como el combustible para tener más energía, mejor humor, mejor descanso. Los alimentos satvicos son frescos en su naturaleza como en su apariencia, cosas que están cerca de la tierra o cerca del sol, tienen que ser fáciles de digerir, ligeramente especiadas, sabrosas, dulces, que no sean demasiado grasas y preparadas en el momento dentro de lo posible»
«Los alimentos rajásicos son aquellos que son en su gusto amargos, como el mate por ejemplo, la yerba, estos alimentos tienden a despertar demasiada energía nos vamos a la ansiedad, el café, el alcohol, son alimentos agrios, muy salados, especiados, picantes, secos o muy calientes. Un exceso de este tipo es un obstáculo para la vida espiritual porque hace que la mente esté dispersa y para los que meditan es un problema porque lo que queremos aquietar la mente, no termina siendo bueno para los órganos digestivos ya que con el paso del tiempo puede dañar los tejidos de las paredes estomacales»
«Los alimentos tamásicos son los peores por que te sacan la energía, son rancios, insípidos, con olor fuerte, fueron cocinados hace un día o dos, son viejos y podridos, las comidas fritas, te hacen sentirse pesado, conducen a una digestión pobre, te dan pereza, son altos en grasas, en carbohidratos, en azúcares procesados y deben consumirse en pequeñas cantidades en caso de querer consumirlos. Lo mejor es no comerlos porque sus efectos van en contra la salud de nuestra sangre y la microbiota que va a responder de inmediato la influencia de estos alimentos. La microbiota esta formada por las bacterias que generan el revestimiento de nuestros intestinos, que también se encuentra en nuestra piel, en la boca y en la vagina»
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