Lo deportivo pasó a segundo plano pese a votarse la forma de disputa

En medio de las atenciones desviadas por el encuentro clásico entre Nacional y Peñarol en el marco de la Copa Sudamericana, se desarrolló un tenso Consejo de Liga de la Primera División Amateur en la sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que contó con participación impugnada, una extrema seguridad y un tinte político que sobrepasó a las decisiones deportivas.

El sorteo se realizará el 23 de julio y el torneo comenzará una o dos semanas después debido a varias indecisiones que hay todavía sobre los clubes que participarán. El nombre del certamen 2021 será Alfredo Otonello, dirigente de Miramar Misiones recientemente fallecido, mientras que las dos series clasificatorias llevarán los nombres de Jorge Pérez y Luis Villar.

Los mejores cuatro de cada una clasifican a la liguilla final de ocho equipos en la que se jugará todos contra todos, en búsqueda del cupo directo de ascenso a la Segunda Profesional y el acceso a la promoción con el penúltimo de la tabla de descenso de la «B».

Pero todo esto se vio afectado. Participantes de la instancia en la sede de la calle Guayabos se vieron sorprendidos por los controles realizados, uno de ellos sanitario y considerado correcto, pero el resto de supervisión, por parte de siete funcionarios dispuestos por el jefe de seguridad Rafael Peña, de forma permanente desde la primera escalera hasta el ingreso a la sala de reuniones, momento en el que se los colocó una pulsera numerada. «Parecía el ingreso a Guantánamo» precisaron algunas voces a Universal.

Sin embargo, el presidente Ruben Suárez de Huracán del Paso de la Arena no pudo ingresar como titular de la institución. Es que la Sociedad Anónima que buscaba la cesión del activo futbolístico no fue aceptada por AUF, por tanto no se firmó el contrato correspondiente y se debió mantener la Asociación Civil Huracán como concurrente al Consejo.

En tanto, el tinte político comenzó a suscitarse cuando Salto FC, «entró por la ventana», y su participación fue impugnada. Es que cuando hay instituciones que están realizando los asesoramientos jurídicos correspondientes para ingresar en el campeonato 2021, debe ser votado en Consejo de Liga por los propios protagonistas.

De todas maneras, desde el seno del equipo del litoral, su afiliación estaba suspendida y como tal con la aprobación del Ejecutivo, tiene el visto bueno para retornar. Con su «ok», pese a ser impugnado, se aprobó la memoria y balance 2020 del órgano rector del fútbol uruguayo.

Lo mismo sucede con instituciones como Paysandú o Deportivo Colonia que participó como oyente en persona de Martín Leizagoyén. El único caso en estudio, que no tiene matices claros es el de Rivera Livramento, que ya en 2020 buscó ingresar, y pretende estar en la actual temporada.

Los fronterizos aún no recibieron las bases solicitadas de afiliación y en perjuicio de situación deportiva y económica, ya anunciaron que recurrirán ante FIFA y el TAS para indemnizar la cuestión.

La incertidumbre generada sobre esto, hace que cuantos más clubes puedan llegar a participar del campeonato, divide más la repartición de dinero a recibir entre las instituciones de Primera y Segunda División Profesional.

Por tanto, consideran estos actos como una «falta de garantía jurídica», ya que están en desacuerdo de que haya clubes fantasmas que compitan dos o tres años y vuelvan a desaparecer.