El volante argentino de Peñarol, Damián Musto, habló este mediodía en La Oral Deportiva, respecto a su presente en el club a nivel personal y grupal, así como se animó a brindar su opinión sobre la realidad del fútbol uruguayo.

Tras el encuentro ante River Plate en el que los aurinegros vencieron por 2-0, el futbolista de la vecina orilla entendió que «hicimos un buen primer tiempo y en el segundo buscamos administrar porque mantener ese nivel e intensidad durante los 90 minutos es casi imposible para cualquier equipo del Mundo».

Además, sostuvo que «está bueno que al jugador que le toque lo hace bien», tomando en cuenta su presencia como titular ante ausencias importantes como las de Walter Gargano y Jesús Trindade. A esto agregó que «tenemos algo muy a favor que donde todos están preparados y peleando por un objetivo común. Trabajando en el día a día entendimos el mensaje y en líneas generales se hizo un buen partido en la última presentación».

Consideró que no es un jugador «que se me sienta útil ingresando desde el banco y me cuesta a veces ese rol», aunque reflexionó que «el otro día me tocó jugar con Agustín Álvarez Wallace, que por ahí no nos venía tocando y se e hizo un buen partido. La cosa es estar pronto y que después el problema lo tenga Mauricio para armar el equipo. Tenemos que matarnos entrenando, ser competitivos entre todos, estar al 100% porque si te descuidás el que viene atrás te puede sacar el lugar».

Respecto al momento de su llegada a Peñarol cuando se resolvió su salida de Huesca de España, Musto expresó que «cuando llegué el equipo estaba en plena competencia, comenzando la copa, haciendo grandísimos partidos y venía de dos meses complicados con el club español en el que estaba, tratando de desvincularme y haciendo todo lo posible para poder venir». 

Ya en Uruguay, elogió a Trindade, competidor nato en su posición. «Me encontré en el rol que me toca con un jugador como Jesús que no lo conocía. Al instante que lo vi me encantó su manera de jugar. Tenemos una relación espectacular, aprendemos uno del otro. El mejor nivel de uno se ve cuando se empieza a agarrar continuidad. Siempre quiero jugar pero soy respetuoso de los momentos, de que Peñarol gane, vaya para adelante y cuando me toque estoy a la orden».

También destacó la ascendencia de los jóvenes del club como Facundo Torres, Agustín Canobbio y Álvarez Martínez. «Cuando empecé a hablar con la gente de Peñarol antes de venir, miré algunos partidos de Peñarol y tenemos jugadores con un futuro prometedor, donde se los nota muy maduros a una edad corta, donde por ahí son todos elogios los que te llegan y a veces te pueden jugar en contra».

Expresó respecto a lo anterior, que no solo ellos sino también con Máximo Alonso y Nicolás García, quienes entrenan con el plantel principal aurinegro, «todos los días antes del entrenamiento, los más grandes tratamos de aconsejarlos y ayudarlos en lo que se pueda. Ellos escuchan mucho».

SU VISIÓN DEL FÚTBOL URUGUAYO LOCAL

Meses atrás, el argentino Claudio Yacob, exjugador de Nacional se mostró disconforme con la realidad del fútbol local, al cual catalogó como atrasado en 50 años, al de otras partes del mundo. Consultado Musto, por la expresión de su compatriota, consideró a La Oral Deportiva que «ante todo, lo importante como en varios aspectos de la vida, son las formas. Se puede expresar cual es el pensamiento de uno pero el tema son las formas y desde el lado de Yacob, es entendible, porque debe venir de otro fútbol donde se manejan otros capitales y la infraestructura es otra».

Asimismo, remarcó que si bien puede darse esa circunstancia, «uno se tiene que adaptar a cada situación, porque el fútbol es el mismo en todos lados pero dependiendo el país y la liga que toque las cosas varían. En lo personal trato de adaptarme a lo que tenemos en el día a día, disfrutar donde estoy, ponerme en contexto. Por ahí uno puede llegar creyendo que es más fácil jugar en Uruguay pero después te terminas adaptando a situaciones que lo hacen más complejo».

En tanto, sobre el estado de los campos de juego, sostuvo Musto que hay de todo, «canchas muy buenas, algunas más o menos y otras que no están en condiciones. Es difícil también cuando las realidades económicas no acompañan a los equipos. No es solamente regar y tirar arena a la cancha, porque se mantienen con máquinas necesarias para nivelarla y cuidarla que por ahí no se pueden comprar».