La calificadora de riesgo prevé una recuperación del PIB de 3% promedio hasta 2023.

La calificadora de riesgo Moody’s mantuvo el grado inversor para la deuda soberana de Uruguay y la perspectiva estable en en Baa2. Entre los principales argumentos para la calificación, destaca «una gestión fiscal prudente» durante la pandemia, que limitó el crecimiento de la deuda y permitiría estabilizarla en su relación al PBI en los próximos años.

«La perspectiva estable equilibra las presiones fiscales y económicas subyacentes que precedieron a la pandemia y las acciones del gobierno para abordar estos desafíos crediticios subyacentes», indicó Moody’s.

Asimismo, la respuesta fiscal, junto con una contracción del 5,9% del PIB real el año pasado, elevó el déficit fiscal al 5,8% del PIB en 2020 desde el 4% en 2019, y contribuyó a un aumento de la carga de la deuda al 61,8% del PIB desde el 51,6% de 2019. El aumento en la relación deuda/PIB fue menor que el observado en promedio para los pares con calificación Baa (aumento de 12 puntos porcentuales), aunque esta relación es ahora más alta que la mediana actual de Baa, que es del 55% del PIB, alertó Moody’s.

Asimismo la calificadora espera que la economía uruguaya se recupere gradualmente en 2021-23, con un crecimiento promedio de 3%. Si bien Uruguay experimentó su primera ola de la pandemia en 2021, Moody’s considera que el fuerte avance del programa de vacunación del gobierno apoyará la recuperación económica de este año.

Por otro lado, Moody’s espera que el déficit fiscal se reduzca en 2021 incluso cuando el gobierno ha aumentado su respuesta directa a la pandemia a través de Fondo Coronavirus. En consecuencia, Moody’s pronostica que la relación deuda/PIB alcanzará un máximo en 2021 de 63% y posteriormente se estabilizará en este nivel a medida que el gobierno continúe aplicando una estrategia de consolidación fiscal en los próximos años.

 

Foto: Gastón Britos / FocoUy