El Consejo de Fútbol Profesional de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), aprobó el borrador de Estatuto de la Liga Profesional por mayoría simple tras la votación nominal celebrada en el Aloft Hotel de Montevideo, en el marco de una reunión tensa entre las instituciones de Primera y Segunda División que participaron.

Cuesta describir como se suscitaron los hechos y las consecuencias tanto jurídicas como políticas que esto resalta, máxime teniendo en cuenta, que hace algunos días, el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, advirtió como venía la mano, de que, si se votaba una conformación paralela a AUF, el torneo no sería reconocido.

En piso 1 del elegante hotel de Punta Carretas, los clubes fueron recibidos por personal administrativo de AUF para tomar los datos de los presentes, a los efectos de controlar también el tema sanitario y conformar la lista de oradores en la instancia de diálogo.

Álvaro Carrau, delegado de Defensor Sporting presentó una moción de votar el borrador de Estatuto tal cual los clubes lo habían confeccionado, sin las observaciones de AUF, y que se nombrara a las siguientes autoridades de forma transitoria por 60 días a partir de la fecha como máximo para presentar los estatutos en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), y convocar elecciones:

Fernando Marasco (Progreso)

Álvaro Carrau (Defensor Sp.)

Francisco García (Danubio)

Gonzalo Moratorio (Peñarol)

Jorge Vázquez (Liverpool)

Asimismo, los abogados Dr. Juan Ramos de Cerro y Dra. Rossana Tarullo de Racing, son los encargados de dar procedimiento al Estatuto y entablar diálogo con el Comité Ejecutivo de AUF.

Por su parte, el Dr Hernán Navascués por Nacional, manifestó su preocupación por la manera en que este proceso fue encarado, entendiendo que terminaría en el MEC con gente fuera del fútbol opinando o una posible nueva intervención a la AUF. Además, sostuvo en su alocución que esto era un acto condición y no constituyente, así como señaló que se debía actuar en consonancia de lo que marcaba el Estatuto de AUF para legitimar ante las autoridades pertinentes el cambio. Para ello la modificación requería la aprobación de ¾ partes del Congreso y era una continua discusión.

No obstante, el Esc. Guillermo Pena por Atenas de San Carlos planteó tres consultas al presidente del Consejo, Ernesto Vergara, que entendió, eran necesarias despejarlas para realizar la votación. Conocer el informe jurídico para ver cuáles eran las mayorías necesarias para aprobar el Estatuto, hacer un perfil estimativo en materia económica de ingresos, costos, inversiones que significaba el cambio de modelo, y los criterios de participación necesarios en la Liga Profesional que no estuvieran contemplados por la licencia de clubes AUF.

El primer cruce se dio entre algunos clubes y el delegado de Nacional, Enrique Campos, quien pidió respeto a su alocución, mencionando que cuando solicitó una copia del texto en cuestión para analizarlo, la respuesta del delegado de Defensor, fue “pedíselo a la taquígrafa”, negando su petición.

Acompañado por Pedro Bordaberry de Torque, quien sostuvo esos aspectos que demandaba el Dr Campos eran necesarios, si bien, no iban en contra de una nueva liga, y también del delegado de Rentistas, Álvaro Rivero, integrante de una comisión política a quien molestó no estar en conocimiento de los movimientos de Carrau (delegado violeta) para con su propuesta presentada.

A todo esto, la ronda de oradores se cerró con Juan Ramos de Cerro. El abogado albiceleste propuso la votación nominal y en orden de todas las instituciones presentes (a excepción de Plaza), acotando que según documento de la Secretaría Nacional de Deporte (SENADE), “el artículo 17.3 del Estatuto vigente de AUF, establece que la creación como asociación civil, independiente y autónoma, de la “LIGA DE FÚTBOL PROFESIONAL”, debe ser resuelta por mayoría simple de los votos de sus integrantes”. Expresó además que hubo asesoramiento jurídico de dos catedráticos grado 5 como los doctores Del Piazzo y Cristina Vázquez, que avalaron la votación mencionada.

No obstante, el escribano Guillermo Piedra Cueva, del área jurídica de AUF, manifestó que esta consideración del Estatuto era un segundo acto jurídico sobre la relación de los asociados con la Asociación Civil, que como tal debe cumplir una serie de requisitos para ser reconocida por el Estado, diferente a la primera instancia realizada en marzo cuya aprobación si estaba contemplada por mayoría simple.

El Estatuto posee un vacío legal sobre el tema, pero Piedra Cueva entendía que no era lógica esa forma de decisión porque no había contemplación ni defensa de las minorías, ocasionando un daño posterior al consentimiento sobre las potestades de la liga.

Pese a esto, se votó la moción de Defensor Sporting tal cual estaba propuesta, siendo favorable por 25.33 votos afirmativos contra 15.49 negativos y 5.16 abstenciones. Cabe recordar que por nuevo marco normativo de la Asociación los 16 clubes de Primera División tienen dos votos cada uno, mientras que los 12 de Segunda Profesional un total de 14 (por coeficiente 1.166 cada uno).

Votos Afirmativos:

Boston River, Cerro Largo, Fénix, Liverpool, Peñarol, Progreso, River, Wanderers

Cerro, Danubio, Defensor, Juventud, Rampla, Rocha, Uruguay Montevideo y Villa Teresa

Votos Negativos:

Cerrito, Deportivo Maldonado, Torque, Rentistas e IASA

Albion, Atenas, Central (x1.166)

Abstenciones:

Nacional y Villa Española

Racing

Sin embargo, no terminó ahí. AUF entiende que para que se apruebe un Estatuto de la nueva Liga Profesional se requieren mayorías especiales que no fueron discutidas como se debía en el Consejo Profesional por lo que el tema va para largo.

Tras el Consejo de Fútbol Profesional, conversamos con el delegado de Peñarol, Gonzalo Moratorio, que apoyó la votación del Estatuto, marcó que “es un día importante porque se avanzó en lo que la mayoría quería, que es una liga que va a dar más recursos, mejor explotación económica, más acceso político a los clubes que son los verdaderos dueños del fútbol uruguayo y la convergencia es sustantiva más allá de que dentro del Estatuto hay divergencias. Peñarol que es pro-Liga va a trabajar como lo hizo en la reunión celebrada en el Campeón del Siglo para dar el broche a un proceso largo para que todos se sientan representados con un único Estatuto”.

Consultado sobre la charla del presidente de Conmebol con el titular aurinegro, Ignacio Ruglio, Moratorio sostuvo que “Domínguez fue claro en que no quiere un Gobierno paralelo a la AUF, sino que el presidente Ignacio Alonso siga manejando el fútbol uruguayo en general. Peñarol lo respeta y va a defender democráticamente su labor como último presidente electo para que cumpla su mandato y sus potestades estén intactas. De ahí a que los clubes organicen un torneo de fútbol y arrienden los servicios de AUF, es otro paso a dar. No me gusta hablar de plazos, comenzarán a darse pasos jurídicos y políticos en forma paralelos, que si se pueden ir generando consensos los tiempos van a ser menores”.

No obstante, Nacional que se abstuvo de votar, consideró en la voz de Hernán Navascués, que “en primer lugar, el club es partidario de una liga profesional, pero bajo los lineamientos del Estatuto de AUF y me temo, que se estableció un procedimiento que no los sigue y al no ser así vamos a entrar en una etapa de indeterminación muy grande que va a ser por los obstáculos para su aprobación en el MEC. Es un proceso de descomposición del fútbol uruguayo, ojalá me equivoque, y después de consumados los hechos va a determinar una labor más ardua lo que hoy se votó apresuradamente”.

A ello agregó que la decisión de no tomar parte por ninguna postura, fue por “no seguirse los procedimientos del Estatuto madre que es el de la AUF. Este queda incorporado al de la AUF, que a su vez está bajo el de Conmebol y posteriormente de FIFA. El tema de la mayoría simple venía si se cumplían pasos que no se cumplieron. El primero era suscribir acuerdos con la AUF. No hubo discusión sobre el tema de fondo cuando hubo una comisión que trabajó. Cualquier Estatuto tiene una consideración de carácter general y particular, que no hubo”.