Los «boliches» son un punto gris entre dos decretos ejecutivos, los protocolos del ministerio y las habilitaciones de la IM, en el caso de Montevideo.

A seis días de la noche de la nostalgia, el 24 de agosto, punto que marcará el retorno a la habilitación de los bailes en Uruguay, según anunció el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el Ministerio de Salud Pública (MSP) desconoce si los locales bailables, conocidos también como «boliches», estarán habilitados para la jornada. Consultado al respecto este miércoles, el ministro de Salud, Daniel Salinas, no supo responder, pero afirmó que «desde el 23 de agosto los eventos en principio están autorizados».

El problema, según Salinas, es por «tonalidades de grises» que surgen entre dos decretos ejecutivos, uno de enero y otro de julio. «Hasta ahora por el decreto de enero, hasta las 12 (los pubs y restaurantes) podían estar abiertos y podían, a cargo de cada CECOED, permanecer abiertos hasta las 2 am. Eso es clarísimo. El otro decreto no habla de horarios, que queda a criterio de los protocolos del MSP», indicó el jerarca.

 

Ya fuera de aire, Salinas reconoció a los periodistas que desconoce la situación de los locales bailables en estos decretos, y en los protocolos a cargo de su ministerio. La Intendencia de Montevideo (IM) habilitó los bailes para el 24 de agosto, luego de que la intendenta Carolina Cosse dudara, el 12 de este mes, qué se había permitido para esa noche. En ese momento, Cosse sostuvo que “la autoridad sanitaria es el Ministerio de Salud Pública, no se que están aprobando”, y remarcó que «ni yo ni nadie tiene esa información».

El protocolo ahora es más claro, pero faltan puntos a tratar. Salinas dijo que esclarecerá la situación en los próximos días dentro del MSP, pero aprovechó la ocasión para llamar a la población a «ser prolijos» en la noche de la nostalgia, y asistir a «los bailes habilitados».

Lo graficó como «un árbol que se va abriendo de decisiones»: «Acá tenés la opción, como un algoritmo: tomo el riesgo de ir o tomo el riesgo de quedarme en casa; dentro del riesgo de ir, tengo ir a una fiesta habilitada, o una no habilitada; y dentro de las habilitadas, que son con control de vacunados, o sin control de vacunados».