En la columna de historia el profesor Alejandro Giménez nos cuenta sobre el Pericón que ha sido propuesto como patrimonio cultural y material por la Comisión del Patrimonio.
En 2018 el Pericón fue propuesto como patrimonio cultural y material, aun está en el proceso. Los autores coinciden en que hay tres etapas o tres vidas de el Pericón, la primera vida habla de orígenes europeos a fines del siglo XVIII más concretamente la primera referencia es de la expedición de Alejandro Malaspina.
El nombre Pericón viene del Perico que era el bastonero, el que dirige el baile, es el nombre en Chile y de allí que se tome ese nombre el Perico y el Pericón como una forma de expresión de esa danza. Walter Veneziani es un investigador y habla de el Pericón el cielito y la media caña tienen un antepasado común que es la contradanza, la contradanza viene de Inglaterra de la country dance y de ahí va a Francia y a España y de España viene hacia acá.
El Pericón llega con los colonizadores en el siglo XVIII como una danza de salón y campesina, en la etapa que se llama antigua social y auténtica, incluso es una etapa que la representa muy bien Figari que hizo muchísimos Pericones tanto en salones como en el campo y entre árboles.
Cae en desuso a mediados del siglo XIX, pasa de moda pero en 1880 se da una segunda vida del Pericón, llegan los inmigrantes y el Pericón resurge como la defensa ante lo que llaman el malón gringo, ante lo europeo o extranjero como una defensa de esa identidad que se estaba consolidando. El circo criollo de los hermanos Podestá adopta al final de la obra este baile campestre que lo enseña Elías Regules y es un empujón muy grande para volver a bailarlo a partir de la década del 80´ del silgo XIX.
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