Por Antonio Ladra.

El pasado martes 5 y de manera sorpresiva renunció a  la Fiscalía General de la Nación el doctor Jorge Díaz. Previamente se había reunido con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para comunicarle su decisión. Si bien ya estaba en el final de su carrera en ese puesto, cosa que iba a ocurrir el año que viene, a más tardar el 16 de abril de 2022, debía dejar el cargo, Díaz decidió abandonar anticipadamente porque, como dijo en la conferencia de prensa donde hizo el anuncio, ya había cumplido con todo el trabajo que se le había encomendado al asumir, esto es reformar el sistema penal uruguayo, principalmente.

Jorge Díaz es un producto típico de la movilidad social uruguaya, de la clase media trabajadora, hijo de la enseñanza pública en sus tres niveles.

Nació en 1967 en Fraile Muerto, Cerro Largo.  Su padre era policía y su madre costurera. Tiene dos hermanas grandes, fue el hijo de la vejez. Fue a la escuela pública y al liceo en su pueblo natal y preparatorios en el liceo de Melo. Entró a la facultad de Derecho en 1986 y se recibió en 1993.

Durante 20 años fue juez, pasó por todos los escalafones y conoció el funcionamiento de la administración de justicia. Trabajó en Soriano, Tacuarembó, Paysandú, Maldonado y Canelones y llegó a Montevideo. Como juez inauguró los juzgados especializados de Crimen Organizado, junto con la doctora Graciela Gatti y luego abandonó la judicatura y se transformó en Fiscal de Corte y desde ese cargo impulso y puso en marcha el Código de Proceso Penal.

“Asumí como fiscal de Corte el 17 de abril del año 2012, designado por el Poder Ejecutivo y con venia otorgada por unanimidad”. Tras reunirse con representantes de todos los partidos con representación parlamentaria, logró consolidar la idea de que la Fiscalía debía tener autonomía y por eso debía escindirse del Ministerio de Educación y Cultura. Aseguró que “sin esa reubicación institucional era imposible avanzar en el camino de la reforma”. Así, con estas palabras, fue como inicio la conferencia de prensa donde hizo el anuncio de su renuncia al cargo.

Díaz fue la cara visible de un cambio drástico que trasformó la forma en que se investiga, juzga y acusa en Uruguay y eso lo convirtió en un hombre poderoso, y sin dudas un actor clave y también polémico en todo lo que tiene que ver con el proceso penal uruguayo.

En su gestión puso el foco en los derechos de las víctimas, con la creación de la Unidad de Víctimas y Testigos, y en la persecución de los delitos sexuales y la violencia de género, materia en la que se crearon ocho fiscalías especializadas, además de generar una estructura específica para mejorar el funcionamiento y la coordinación entre la Unidad de Víctimas y Testigos y la Fiscalía. Además, creó la Unidad de Género.

Estuvo amenazado de muerte, durante un tiempo debió trasladarse con custodia permanente, pero la inseguridad le pegó en otro lado, cuando su exesposa y madre de dos de sus hijas fue asesinada en medio de una rapiña.

Junto con Julio Guarteche, el fallecido ex director nacional de la policía anticipó la llegada del sicariato a Uruguay, y alertó sobre los intentos de feudalización en algunos barrios y localidades del interior del país.

Indudablemente a pesar de las polémicas que lo han rodeado, Díaz pasará a la historia, mal que le pese a sus detractores, justamente por ese talante reformista y por darle al sistema de justicia un aire nuevo, moderno, más cercano a la gente, lejos de lo acartonado y lo adusto.

FRASES DE JORGE DÍAZ

“Desde 1985 a la fecha ha crecido la cantidad de privados de libertad y la cantidad de delitos en forma progresiva (…) Ha sido un fracaso de las políticas públicas porque seguimos apostando a la reclusión como única forma de solución del conflicto y la realidad es otra”

“Las cárceles están llenas de jóvenes pobres, adictos y analfabetos, que cuando salen son jóvenes pobres, adictos y analfabetos, por lo que van a volver a la misma situación (a delinquir)”

“Para los narcotraficantes Uruguay fue una ruta, un pasaje hasta que se cortó por los operativos de entre el 2003 y el 2011 y ahora, a la luz de los acontecimientos, esa ruta se reabrió”

“Creo que la guerra contra el narcotráfico ha fracasado tal como fue diseñada y ejecutada, pero eso no significa que esté de acuerdo con la legalización de la cocaína”

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