El presidente de Cuba busca desincentivar la participación de los cubanos en las movilizaciones previstas para el 15 de noviembre.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, llamó a «revolucionarios» para que se armen con palos y armas y así reprimir las movilizaciones previstas para el 15 de noviembre. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidió a la comunidad internacional que el derecho de protesta sea respetado y que no sea causante de represión, informó Infobae.
El director ejecutivo del OCDH, Alejandro González, sostuvo que desde el gobierno elevaron un pedido a estudiantes y otros civiles que se armen con “palos y objetos contundentes”. “Hemos sido testigos de la peligrosa demostración de odio entre ciudadanos que promueve el gobierno, al orientar a las personas armarse con palos para reprimir a otros que decidan sumarse a la manifestación pacífica. Responsabilizamos a Miguel Díaz-Canel por el escenario de violencia que está generando con estas decisiones”, expresó.
Los antecedentes del mes de julio están en el recuerdo de toda la sociedad cubana, donde la violencia se apodero de las calles y la represión se hizo presente en todos los rincones donde hubo movilizaciones. “El régimen cubano está amenazando a los convocantes y ya hay dos casos de expulsión de sus centros de trabajo. Posiblemente, se esté preparando para retener a los activistas en sus casas, como demuestran los 2.592 sitios de viviendas documentados en lo que va de año y para reprimir a los participantes. A esto se suma el ambiente de militarización total del país”, delineó González.
Esa retención de los activistas es una nueva medida tomada por el gobierno de Díaz Canel en 2020, y se trata de sitiar las residencias de los activistas contrarios al régimen para impedirles salir de sus casas. Se establece una vigilancia policial a las afueras de las viviendas de los ciudadanos señalados para así poder llevar a cabo el objetivo establecido.