Hubo 2 paros generales y 5 ocupaciones.
La conflictividad laboral aumentó un 20,6% en 2021 con respecto a 2020, según el informe anual de conflictividad laboral de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), titulado “Las relaciones laborales en el 2021 y perspectivas para 2022”. “Era algo previsible luego de las bajas cifras registradas en 2020 cuando Uruguay atravesó el peor momento de contagios y fallecimientos por covid 19″, indicaron Eloísa González y Graciela Mazzuchi, autoras e la publicación.
Según los números de la UCU, entre enero y noviembre de 2021 se realizaron dos paros generales de 24 horas –el 17 de junio y el 15 de setiembre–, y cinco conflictos con ocupaciones. «Si bien es difícil establecer una tendencia suelen registrarse entre cuatro y seis paros generales por año», indica el informe, y sobre las ocupaciones afirma que «el número bajó luego de que fuera aprobada en 2020 la ley 19.889 y su decreto reglamentario (281/020)», que permite en última instancia el desalojo de las ocupaciones.
La falta de movilizaciones y posibilidad de concentraciones llevó a una baja en la conflictividad en 2020, según el informe. Además, creen que la situación de 2020 se correspondió con la situación económica: «Cuando cae al producto cae la conflictividad laboral dado que los trabajadores consideran que no es un buen momento para realizar sus demandas, lo mismo que cuando aumenta el desempleo ya que los trabajadores están más vulnerables y es más costoso para estos realizar paros ya que su posición relativa frente a los empresarios es peor”.
Sin embargo, se afirma que no se cumplió con la relación histórica entre la caída de salario real y el aumento consiguiente de conflictividad, aunque las autoras aseguran que «una interpretación posible para este hecho es que el contexto en que se realizan estos estudios difiere de manera radical al de una pandemia mundial».
«Volver a la presencialidad en casi todas las actividades sumado a que se comenzaron a notar mejoras en la economía en general y en el mercado de trabajo en particular y a que en el segundo semestre del año comenzó la novena ronda de negociación salarial luego de una caída del salario real, provocó un aumento de la conflictividad laboral. Si bien el aumento fue significativo, sitúa al 2021 -promedio enero-noviembre- en niveles medios o medio bajo si se analiza lo ocurrido desde 2000 en adelante», analiza la publicación.
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