Por Antonio Ladra.
En estos días se ha popularizado en nuestro país una expresión que denota una terrible acción de la cual no habíamos tomado la verdadera dimensión que tiene en nuestra sociedad: Cultura de la violación.
Hablar de la cultura de la violación es correr un pesado velo que nos estaba tapando y que tiene como principal objetivo acabar con el silencio de las víctimas. Esto se logra a través del gran poder de transformación que tiene la educación y el conocimiento.
En Uruguay hay apenas tres fiscalías de delitos sexuales, todas en Montevideo y se está por inaugurar la primera en el interior, en la Ciudad de San Carlos. Cada fiscalía especializada tiene hoy entre 800 y 1.000 investigaciones vivas y una carga de denuncias que crece.
Los datos son elocuentes. Los dio a conocer el Ministerio del Interior en noviembre pasado y son los más actuales. En los primeros 10 meses de 2021 hubo una denuncia por violencia doméstica cada 14 minutos. Las víctimas: el 75,8% son mujeres y el 24,2 % hombres. En el 87% de los casos la víctima había realizado la denuncia y en el 66% no había denuncia previa.
En lo que refiere a los homicidios a mujeres por violencia basada en género, es decir aquellas situaciones en donde existen elementos que hacen presumir la existencia de odio, desprecio o menosprecio contra una mujer por su calidad de tal, se han registrado 21 casos en los primeros 10 meses del año. El 86% de los femicidios sucedieron en una residencia, el 10% tuvo lugar en la vía pública y en el 4% no hay datos.
En cuanto a las denuncias previas hacia los autores de los homicidios a mujeres por violencia doméstica basada en género, se observa que en el 76% de los casos no había denuncias previas contra su ofensor y quienes habían denunciado representan el 24%. En síntesis: en los primeros 10 meses del año, cada 8 días se mató o intentó matar a una mujer por su condición de tal.
El objetivo de los perpetradores de la violencia sexual es anular el espíritu de sus víctimas para así debilitarlas provocándoles el estigma social que conllevan dichos abusos. El silencio es el mejor aliado de la violencia sexual. Según datos aportados por la directora de InMujeres, Mónica Botero en Uruguay hay en promedio cuatro violaciones por semana.
REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO TAN LEJOS, Y TAN CERCA
En el año 2012 estuve en el Congo, en la ciudad de Goma, donde pasó la Navidad el presidente Luis Lacalle Pou y el ministro de Defensa Javier García y donde están desplegados desde hace varios años militares uruguayos.
En ese lugar, calificado en su momento como el peor del mundo para vivir por estar rodeado de grupos armados, contaminación, dos volcanes en erupción constante y aparentemente controlada, con emisión de gases, la mujer, si no cambia drásticamente la mirada continental sobre ese país está condenada a sufrir.
Escucha la columna completa de Antonio Ladra :