Rodrigo Arim señaló que “la redacción del artículo sustitutivo propuesto por la coalición adolece de serios y preocupantes problemas”.

El rector de la Universidad de la República (Udelar) expresó su preocupación ante “las posibles consecuencias de la eliminación del adicional del Fondo de Solidaridad sin mecanismos compensatorios”. A través de una columna publicada en la página web de la Udelar manifestó: “Las buenas intenciones para resolver lo que se cree que es un diseño injusto van a ser fuentes de nuevas injusticias e ineficiencias si no se recorre el camino de un análisis profundo y sereno de alternativas y sus implicancias”.

“Se viven horas preocupantes para la Universidad de la República”, empezó el rector. “Las noticias que circularon la semana pasada son preocupantes en diferentes direcciones. Antes que nada, porque pese al compromiso inicial, la Udelar no fue ni consultada ni informada del avance de su tratamiento en el marco de la negociación parlamentaria ocurrida en la coalición. Esto afecta el funcionamiento propio de una democracia deliberativa, que hemos intentado practicar dialogando, buscando alternativas, intercambiando opiniones, explicando, siendo receptivos a las divergencias o dificultades para encontrar soluciones”.

Arim expuso que “la Universidad se enteró primero por trascendidos de prensa y después por los artículos sustitutivos propuestos que la propuesta era mantener in totum el artículo que elimina el adicional, pero compensar solo algo menos de un 25 % de los montos perdidos por esta vía, mientras que se le otorgaba a la Udelar lo solicitado para el Hospital de Clínicas —buena noticia que sin embargo no se puede equiparar ni cuantitativa ni cualitativamente a la pérdida asociada a la eliminación del adicional sin compensación plena—. A su vez, el mecanismo propuesto hace imposible la planificación de mediano y largo plazo y afecta la autonomía de la Udelar, en tanto descansa en la voluntad discrecional del Poder Ejecutivo y en la presencia de utilidades de otra entidad estatal, el Banco República”.

“Por más que el sustitutivo finalmente no se votó en comisión por razones no explicitadas, es probable que la solución recorra esos caminos cuando se comience a votar en Cámara durante esta semana. Por esta razón, nos interesa explicitar los problemas asociados a la eliminación del financiamiento proveniente del adicional, de forma de que tanto la comunidad universitaria como la sociedad en general cuenten con información precisa. Mucho está en juego del desarrollo de la Udelar, en particular en el interior del país”.

Arim aclaró que “la Udelar no defiende el diseño actual del fondo. Por lo tanto, no objeta en sí su eliminación. Como ciudadanos y ciudadanas, podremos incluso tener opiniones disímiles sobre si corresponde o no que los egresados de nuestra casa de estudios debamos hacer algún tipo de contribución, sobre la base de nuestras posibilidades, a la institución donde nos formamos. Pero, finalmente, las visiones holísticas y globales sobre la carga tributaria y las responsabilidades de contribución de los distintos grupos de la sociedad que asientan el financiamiento de las políticas públicas son responsabilidad del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo”.

“La Udelar no cuestiona las consideraciones que llevan a proponer su eliminación, pero sí señala con preocupación que estos recursos y su flexibilidad para ejecutarlos —ya que son de libre disponibilidad y permiten planificar cuándo hacer las inversiones, en especial en el interior, en horizontes largos— son claves e imprescindibles para sostener las estrategias de democratización del conocimiento avanzado y descentralización de la universidad fuera del área metropolitana”.

“La redacción del artículo sustitutivo propuesto por la coalición adolece de serios y preocupantes problemas. En primer lugar, no es una compensación efectiva, porque autoriza al Poder Ejecutivo a –mediante utilidades del Banco República- transferirle recursos por hasta 143 millones de pesos a la Universidad de la República. La compensación no es preceptiva y queda en la órbita de la discrecionalidad del Ejecutivo y de su voluntad política acceder o no a efectivizar el traspaso de marras”.

“En segundo lugar, la asignación de esos fondos dependería de la presencia de utilidades suficientes en el BROU, extremo probable pero no seguro. La redacción del sustitutivo no prioriza el destino de inversiones en la Udelar, sino que incorpora a la Universidad dentro de otras finalidades posibles. La priorización de la Udelar es una decisión del Poder Ejecutivo. La compensación propuesta no es tal, en la medida en que la Udelar no puede planificar inversiones de mediano y largo plazo asumiendo que tiene disponibilidad asegurada a lo largo de períodos extensos —una obra de porte en el interior puede llevar entre dos o tres años— ni puede abrir licitaciones con la disponibilidad financiera requerida si la decisión anual está en manos del Poder Ejecutivo. Este diseño es un tiro en la línea de flotación de la estrategia de desarrollo de infraestructura universitaria, en particular en el interior del país”.

“¿Cómo se pretende licitar una obra de porte —por ejemplo, la nueva Paysandú u otras infraestructuras similares en otras partes del país— si la Universidad no puede asegurar que contará con los recursos en los dos o tres años siguientes?”, cuestionó el rector.

“En tercer lugar, le otorga al Poder Ejecutivo la capacidad de elegir qué proyectos financia y cuáles no («como para el financiamiento de obras de infraestructura que resulten de interés a juicio del Poder Ejecutivo…»), violentando la autonomía y la especificidad del ente Udelar. Un componente importante de inversiones universitarias queda sujeto a la discrecionalidad de los gobiernos de turno, dejando abierta la puerta a comportamientos arbitrarios o no fundados técnica y académicamente”.

Arim señala que “si el Parlamento decide persistir en un camino de compensación parcial, incorporando rigideces y afectando la autonomía de planificación universitaria, el escenario será extremadamente complejo, en particular, para inversiones que los propios parlamentarios han valorado: el desarrollo de nueva infraestructura en el interior, la construcción de nuevas facultades como las recientemente terminadas de Enfermería y Veterinaria. Mala noticia para el país”.

“¿Se obligará a la Universidad de la República a en la próxima rendición de cuentas y en la Ley de Presupuesto quinquenal del próximo gobierno, comenzar la discusión preocupándose de no perder los recursos que esta rendición 2022 le elimina para los próximos cuatro años, sin tener la responsabilidad de votar una compensación plena y en igualdad de condiciones del punto de de los requisitos para su ejecución?”.

“No parece un camino razonable para resolver problemas de políticas públicas generar nuevos problemas en otras áreas. El adicional del Fondo de Solidaridad es problemático por diseño y, para muchos, por concepción. ¿La manera de resolverlo es eliminar una fuente de financiamiento tan relevante para la Udelar, buscando mecanismos alternativos y sustitutivos en días, a tientas, sin una discusión tan serena como seria? ¿La manera de resolverlo es sustituir recursos versátiles con ejecuciones rígidas y controladas anualmente por el Poder Ejecutivo, haciendo imposible cualquier planificación al no reconocer el principio básico de la autonomía? ¿La manera de resolverlo es afectando las obras de la Udelar y reduciendo el menguado y nunca ajustado presupuesto de gastos e inversiones en el último lustro de las facultades e institutos? ¿Es limitando severamente la capacidad de expansión en el interior del país? Las buenas intenciones para resolver lo que se cree que es un diseño injusto van a ser fuentes de nuevas injusticias e ineficiencias si no se recorre el camino de un análisis profundo y sereno de alternativas y sus implicancias”, finalizó el rector.

 

Foto: FocoUy