Por Antonio Ladra 

El caso Marset no deja de deparar sorpresas. Este fin de semana en circunstancias poco claras se suicidó el empresario mercedario Pedro Invernizzi, detenido en un reciente operativo antidrogas y ex socio ¿y ahora ex también? del narcotraficante Sebastián Marset.
Mientras tanto, Marset sigue desaparecido y siguen muriendo sus socios, sus ex socios, sus contactos, etc. Recordemos a otro narco y algunas vinculaciones.

El Ministerio Público de Paraguay dio a conocer un informe que involucra al expresidente Horacio Cartes y a empresas y personas vinculadas con él con una red de lavado de activos y contrabando de cigarrillos. Según ese informe, las empresas de Cartes, muchas con negocios con Uruguay «entretejen la compleja red que realiza acciones para facilitar el lavado de dinero proveniente del contrabando de cigarrillos”, principalmente.

RISOTO, ARIAS Y CARTES

Washington Bocha Risoto era muy conocido en el barrio Palermo. Lo era por diversas actividades. De muchas de ellas se hablaba en voz alta: dueño de Alto Palermo, del Palermo Boxing club, de Palermo Rent a car, empresario futbolístico en sociedad con Gerardo Arias y Jorge Rama y fundamentalmente de su amor por el club Atenas al que financió muchas veces, pero de la actividad principal, narcotraficante, nadie sabía nada, aparentemente.

Cuando tenía 21 años asomó con fuerza en el narcotráfico local, suministrando drogas livianas, primero, con la creación de una red de mulas y vendedores al menudeo y luego exportando cocaína a Europa, pero una noche de enero, el día 2 del año 2012 fue asesinado de ocho balazos en una de las más prolijas y despiadadas acciones que se recuerde, porque entre otras cosas su muerte quedó impune y además inauguró el sicariato. Tenía 39 años.

En el momento de su muerte, Risoto era dueño del 50% de los derechos federativos del en ese entonces arquero de Nacional, Rodrigo Muñoz. La otra mitad de la ficha del jugador pertenecía al Club Atlético Cerro.

Unos días antes de su muerte, el representante del arquero, Gerardo Boca Arias, en ese momento examigo de Risoto, estuvo reunido en Punta del Este con el presidente del Club Libertad de Paraguay, Horacio Cartes, ex presidente de Paraguay, que pretendía a Muñoz.

Ese día Arias arregló todo con Cartes para la transferencia del arquero, pero Risoto entorpecía las negociaciones ya que pretendía una fuerte suma de dinero en tanto poseedor de la mitad de la ficha del jugador.

Esta actitud del Bocha generó molestias en Gerardo Arias y también en Cartes. Pero una vez muerto Risoto se liberó misteriosamente la transacción del golero Rodrigo Muñoz. ¿Quién firmó por Risoto muerto por el 50% del pase del jugador? Arias como representante del jugador, sin duda, y la dirigencia de Cerro por el 50% restante. ¿Y el resto?

Lo cierto es que ahí comenzó la relación de Arias con Cartes, el jefe de Marset y casualmente el hijo del contratista de fútbol uruguayo fue condenado, en enero de 2021 por la amenaza contra la fiscal especializada en Estupefacientes Mónica Ferrero, realizada luego del ataque a la sede de la Brigada Antidrogas en el Prado.

“Estamos un poquito enojados, como ve, con la parte de narcóticos. Ya les dimos un pequeño susto para que vean que no les tenemos miedo. Queremos que nos respeten ustedes para que nosotros los podamos respetar. A partir de ahí, no va a haber atentados ni contra las entidades a cargo de usted, ni contra usted. Si siguen haciendo las cosas difíciles para nosotros, vamos a ser un poquito más duros. Si ustedes flexibilizan, nosotros también lo haremos”, decía el mensaje enviado al celular de la fiscal desde un aparato perteneciente a Gerardo Arias y que era utilizado por su hijo. El mensaje estaba firmado con las siglas PCU, correspondientes al Primer Cártel Uruguayo, la misma firma apareció en varios ladrillos de cocaína incautados en varios países de la región, y según una investigación de la Justicia paraguaya, citada por la diaria, fueron utilizadas para marcar billetes pertenecientes a la organización, además de estar tatuadas en la muñeca derecha de Sebastián Marset.

Hasta el momento, la investigación del fiscal Diego Pérez, quien tiene a su cargo el caso del atentado contra la sede de la Brigada Antidrogas en el Prado no pudo señalar al autor material del ataque, pero la investigación logró avanzar sobre una organización dedicada al tráfico de autos de alta gama, asociado a un comercio del rubro automotor desde donde fue enviado el mensaje de amenaza a la fiscal Ferrero. El fiscal Pérez “está convencido de que detrás de la amenaza y el atentado estaba Marset”, por lo que toda la indagatoria de Fiscalía “pasaba por el PCU y Marset”.

Escuche el informe completo del periodista Antonio Ladra: 

Foto: FocoUy