El presidente del directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, tildó de reunión de «positiva» pero remarcó la «radicalización» Frente Amplio.
El nacionalista Pablo Iturralde criticó la postura del Frente Amplio sobre las expresiones que indican que la coalición gobierna para los denominados «malla oro». Después de la reunión con los líderes de partidos políticos, convocada por el Frente Amplio, dijo que hay una nueva postura menos radicalizada y abierta al diálogo de la coalición opositora.
Finalizó en el Palacio Legislativo la reunión de líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria en un encuento convocado por el Frente Amplio con Fernando Pereira a la cabeza. El objetivo fue fortalecer el diálogo democrático entre los partidos. De la reunión participaron Pablo Iturralde, presidente del Partido Nacional; Julio María Sanguinetti, secretario general del Partido Colorado; Guillermo Domenech, presidente de Cabildo Abierto, y Pablo Mieres, del Partido Independiente.
Si bien todos los representantes coincidieron en la necesidad de mejorar la conviviencia democrática y que la reunión fue una buena señal hacía lograr objetivos en común, hubo lugar para las críticas por actitudes «radicales». El presidente del directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, reprochó que a su colectividad se la «pone más en foco» y «se le marcan más algunos errores. Creo que el Frente Amplio ha tenido una postura un poco radicalizada, no se trabajó para los malla oro, porque eso es parte de la confrontación, es una manija permanente».
«Nosotros sentimos que desde la última campaña electoral hubo muchas cosas que no se ajustaban a la verdad, se dijeron cosas de mucho enfrentamiento. La noche de la segunda vuelta no se reconoció el triunfo del Partido Nacional, luego vino toda la etapa de la pandemia, con caceroleos, con comentarios sobre CTI que iban a estar desbordados, hablando de muertes evitables y una serie de cosas que crispaban a la gente».
Pese a estas declaraciones, tanto Iturralde, Pereira, Mieres, Sanguinetti y Domenech concidieron en la importancia de la existencia de un sistema político «fuerte, con partidos fuertes» y evitar «el escalamiento de la confrontación». Asimismo recalcaron que el trabajo en conjunto, fortalece a la democracia.