El presidente de la República reunió a los dirigentes de su agrupación en la residencia de Suárez y les pidió trabajar para aprobar la reforma de la seguridad social “antes que largue el primer ciclista”.
A dos años de las elecciones nacionales los dirigentes blancos empiezan a mover las fichas para intentar mantenerse en el gobierno. Pero esta vez deberán salir a la cancha por primera vez en más de 30 años sin dos de las grandes figuras del Partido Nacional. Ni los Lacalle –el ex presidente Luis Alberto, y su hijo Lacalle Pou– ni Jorge Larrañaga, líder del ala wilsonista estarán en carrera.
Esto alentó la ansiedad interna entre los blancos que buscan concretar alianzas y apoyos para salir a competir y convertirse en el sucesor en el poder del hoy presidente de la República. Que Álvaro Delgado tiene que ser el candidato, que Laura Raffo es alentada por los Herreristas, mientras que Beatriz Argimón arma su agrupación nacional, o Martín Lema es alentado por una barra joven para salir a competir.
El “rezongo” del presidente en tono de consejo llegó desde el exterior y le pidió “a los suyos” vía telefónica que “bajen la pelota” y se dediquen a gobernar. Para él, esa es la mejor forma de hacer campaña: cumplir con el programa de gobierno.
Pero Luis Lacalle Pou decidió dedicar unas horas para reunirse cara a cara con los dirigentes de su sector político, Todos Hacia Adelante, y “alinear a la tropa” para evitar quiebres internos que distraigan de la gestión. Luego del golpe con el caso de su custodia personal, Alejandro Astesiano, y luego de presentar formalmente la reforma de la seguridad social, el presidente de la República, citó a todos los diputados, senadores, ministros y dirigentes de la primera línea a la Residencia presidencial de Suárez y Reyes.
Picada de parrilla, refrescos, algunas copas de vino tinto uruguayo, y whisky fue el menú. El presidente dedicó unos 45 minutos para pasar sus mensajes. El tema central de la reunión fue la reforma y Lacalle Pou afirmó que el proyecto tiene que ser aprobado como ley en los primeros meses del año próximo. “Esto tiene que ser ley antes de que salga el primer ciclista en Semana Santa”, dijo haciendo uso a sus clásicas frases gráficas en referencia a que la iniciativa tiene que salir del Parlamento antes de la Semana Santa del 2023.
Lacalle Pou dio fue claro con su mensaje, contaron a 970 Noticias cinco participantes de la reunión. El líder blanco remarcó que el sector tiene que prepararse para los ataques del Frente Amplio y exigió agilidad para el proyecto de reforma de la seguridad social en el Parlamento. El mandatario hizo énfasis en algo que ya adelantó en la conferencia junto con los ministros: apoyarse en los argumentos utilizados por la oposición contra la Ley de Urgente Consideración y que quedaron en el olvido una vez que la población optó por no derogar. Ese énfasis será utilizado por el gobierno en los dos años que restan de gestión.
Respecto a la solidez de la reforma, Lacalle Pou dijo a los dirigentes que le parece “muy difícil oponerse” y espera que salga del Parlamento sin grandes modificaciones a pesar las críticas del Frente Amplio.
El segundo tema a tratar fueron las obras como impulsos de cara al 2024. “La gestión del gobierno es el mejor candidato para el 2024”, dijo Lacalle Pou para bajar la ansiedad que ha observado en varios de sus dirigentes con aspiraciones a competir en octubre del 2024.
En esta línea, se dirigió al ministro de Transporte, José Luis Falero: “Mirá José Luis, para venir del Este hoy demoramos más porque hay obras. Hay semáforos que paran el tránsito porque se están arreglando puentes. No hay mejor candidato para el 2024 que la gestión del gobierno”, dijo el presidente como ejemplo de que esa es una muestra de que se están haciendo cosas.
El último asunto en la hoja de ruta para los próximos dos años fue un pedido del presidente: dejar el latiguillo de la pandemia a un lado y buscar alternativas para avanzar. Como guía, Lacalle Pou marcó que en este punto de la gestión se tiene que avanzar en concretar cosas y no poner a la pandemia como obstáculo.
Con estos tres temas, Lacalle Pou busca encaminar los dos años de gobiernos restantes y fomentar una interna blanca competitiva. “Para que los candidatos tengan éxito, el gobierno tiene que tener éxito”, afirmó el mandatario. Para eso consideró necesario mantenerse en su deber: gobernar al cien por ciento. Los dirigentes del sector Todos le exigieron al intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, que “baje la pelota” y se “quede quietito” –comentó uno de los dirigentes blancos consultados por 970 Noticias– luego de que dijera que le gustaría ver una fórmula de mujeres encabezada por Laura Raffo, la vicepresidenta Beatriz Argimón y la senadora Gloria Rodríguez. Aún así, algunos dirigentes remarcaron que el presidente es popular, pero hay algunas cosas que ajustar dentro del sector de cara a la campaña electoral.
La reunión se extendió hasta las 23 horas, los dirigentes de Todos salieron de la casa presidencial con los pasos a seguir marcados, con la táctica, la estrategia y el pedido claro de “controlar la ansiedad electoral”.
Foto: FocoUy