Como todos los viernes a las 8:00 en Fuente Confiables, por 970 Universal, presentamos el espacio de análisis y encuestas de Factum. Hoy, el politólogo Oscar Bottinelli, director general del Factum, quien analiza los cambios políticos en el entorno del Mundial

Oscar Bottinelli: Cuando iniciamos este ciclo en Fuentes Confiables, dijimos que desde el punto de vista político el año 2018 iba a quedar cortado. Al principio, unos pocos meses de actividad política, desde el comienzo verdadero del año en marzo, o como adelantado en febrero, hasta días antes del Campeonato Mundial de Fútbol. Y luego sí, ahí sí arrancarían los motores a pleno en el año pre electoral ¿cuándo ocurrirá? Para que los motores arranquen a pleno probablemente haya que esperar a después del 15 de julio, después del pitazo final del ultimo partido y la entrega de la Copa del Mundo. Si Uruguay no llega a estar entre los cuatro primeros, puede haber un precalentamiento entre días después del regreso de la Celeste y la finalización del Mundial. Todo depende no sólo cuándo sino cómo termine la Celeste; recordemos que en 2014, además años de elecciones, las sanciones a Luis Suárez crearon un clima que determinó que no se volviese a la política hasta días después que España alzara la Copa. La campaña electoral se reanudó en la segunda quincena de julio. Así que, veremos, pero hay cosas claras. Una de ellas es que cuando Uruguay se despida en el Estadio Centenario ante Uzbekistán, el 7 de junio, la política llevará ya algunos días de silencio. Es posible que el fin de semana del 2 al 3 de junio, o a lo sumo el Consejo de Ministros del 4 de junio, sea el ultimo acto de la política pre-mundial. El fútbol, manda.

Aldo Silva: ¿Y qué cambios políticos hay que esperar en el entorno del Mundial?

OAB: Lo de entorno es porque hay impactos que van a ocurrir antes y otros que se van a producir cuando se termine el Mundial, en los tiempos que acabamos de describir. Lo que sin duda debe saberse, es que muchos de los impactos que se produzcan después del Mundial, se van a ir procesando en sordina durante el Mundial. Así que, entre partido y partido, entre festejos y broncas, va a haber muchas reuniones políticas, contactos, negociaciones, evaluaciones, estudios.

AS: Por novedades hablamos de candidaturas presidenciales ¿no? Entonces ¿cómo está el panorama de las candidaturas presidenciales?

OAB: Las candidaturas presidenciales las dividimos en  seis grandes categorías:

Una. Las de los líderes que vienen de antes como candidatos y precandidatos, cuya candidatura es una obviedad. En esta categoría, la única sorpresa es si anuncian lo contrario, si no se presentan, como quien dice, ya que son candidatos obvios, si anuncian que se retiran de la contienda. De la competencia para 2019, de los candidatos obvios, hay tres que salvo sorpresas, están anotados desde antes de 2014 y siguen de largo en la carrera: Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, ambos en el Partido Nacional, y Pablo Mieres en el Partido Independiente. En sentido contrario, hace un año y cuarto se retiró un candidato obvio, el entonces candidato natural del Partido Colorado, Pedro Bordaberry

Dos. Los candidatos obvios, anotados también mucho antes de 2014, pero cuya continuidad está en duda, porque hay elementos suficientes de dudas, sembradas por ellos mismos, por sus seguidores, por los analistas o por los comunicadores. Aquí no es obvio que continúen ni es obvio que no continúen. Son los casos de Danilo Astori y de José Mujica, ambos en el Frente Amplio.

Tres. Los que fueron candidatos o precandidatos, no era obvia su continuidad, pero se han reanotado en la carrera, como es el caso de José Amorín en el Partido Colorado.

Cuatro. Los nuevos candidatos, que aunque no hubiesen sido formalmente proclamados, nadie duda que están en carrera sí o sí, o han hecho cosas que los pone claramente en carrera. Son los casos de Daniel Martínez en el Frente Amplio, Edgardo Novick en el recién formado Partido de la Gente y Fernando Amado en el Partido Colorado. En esta categoría hay que incluir a Ernesto Talvi en el Partido Colorado, que si bien dijo que va a anunciar si se presenta o no luego del Mundial, ya hizo una cantidad de declaraciones y dio los suficientes pasos como para que se lo considere un candidato en carrera; por ejemplo, al anunciar qué criterios usaría para confeccionar las listas de candidatos o elegir su entorno.

Cinco. Los nuevos candidatos IF, es decir, los que son candidatos si otro no se presenta. En esta categoría hay que incluir tres casos del Frente Amplio: Carolina Cosse y Yamandú Orsi, que son candidatos salvo que llegara a presentarse Mujica; a la inversa, el caso de Mario Bergara, que es candidato si no se presenta Astori. Hay que agregar el caso de Tabaré Viera en el Partido Colorado, que aparece como un precandidato preliminar, sujeto a que Julio Ma. Sanguinetti acepte o no la candidatura presidencial.

Seis. Los espacios abiertos o las candidaturas que podrían abrirse. Por un lado están los intendentes blancos elegidos en la corriente de Alianza Nacional, de la que se han distanciado, y por otro el caso de Julio Ma. Sanguinetti.

Corresponde aclarar que no se hizo mención a Unidad Popular porque su candidatura es esencialmente nominal, no solo en materia de posibilidades, sino porque es una fuerza política despersonalizada, que no centra el proyecto en un líder o candidato presidencial.

AS: Y ahora sí ¿qué hay que esperar en el entorno del Mundial respecto a candidaturas presidenciales?

OAB: Bueno. Al describir las seis categorías de candidaturas o precandidaturas presidenciales, trazamos las incógnitas. Veamos una por una:

Ernesto Talvi dijo que definirá si es o no candidato después del Mundial. Pero en el ínterin hizo una serie de declaraciones, presentaciones y entrevistas que objetivamente lo sitúan como candidato presidencial. Se puede decir que el anuncio de Talvi de que será candidato no va a ser noticia. Noticia sería que anunciase que no es candidato.

El otro caso relevante es el del “Grupo de los Intendentes Blancos”, como se les llama. El grupo lo componen los intendentes de Maldonado, Enrique Antía; de Treinta y Tres, Dardo Sánchez; de Cerro Largo, Sergio Botana; de Tacuarembó, Eber Da Rosa; el anterior intendente de Colonia Walter Zimmer, nombrado vocero del grupo; diputados de esos departamentos y el diputado por Montevideo Pablo Iturralde. Aquí sí hay un par de grandes incógnitas y luego varias incógnitas sucesivas. El par de grandes incógnitas -plenamente interrelacionadas- es si ese grupo abre una opción presidencial y a quién eligen como candidato presidencial. Por ahora el nombre que suena es el del intendente de Maldonado Enrique Antía. Como sea, lo que hagan los intendentes es clave en la interna del Partido Nacional. Y surgen varias incógnitas sucesivas: ¿qué potencial tienen? ¿despegan o no despegan? ¿despegan y arrollan o no? Si despegan ¿afectan a Larrañaga y no a Lacalle Pou? ¿afectan tanto a Larrañaga como a Lacalle Pou? ¿afectan solo a Lacalle Pou? Todo es posible y por eso se puede decir que es una de las movidas esperadas, y ésta sí para después del Mundial.

AS: Pero ahora vienen los grandes titulares ¿qué hacen las granes figuras que llevan larga data en el firmamento político?

OAB: Estas figuras de larga data en el firmamento político, cuya decisión es clave hacia las próximas elecciones son los ex presidentes José Mujica y Julio Ma. Sanguinetti, y el ex vicepresidente Danilo Astori. Todas figuras de primer nivel.

Hay algo que decir sobre cada uno, antes de hablar del despeje de sus incógnitas.

Mujica y Sanguinetti tienen algo en común. Ninguno de los dos tiene voluntad de ser candidato presidencial. Mujica dice que quiere ayudar, que quiere dar paso a otra generación, que está cansado. Sanguinetti dice que está para ayudar, para poner todo de sí para rearmar al batllismo y con ello recuperar al Partido Colorado, sacarlo de este fondo de la tabla que marcan todas las encuestas, en nuestro caso en el 7%. Pero ya fue presidente dos veces y no quiere ser otra vez candidato. Porque sería candidato una década y media después de dejar su segunda presidencia. Pero lo que tienen en común es que no son del todo dueños de su propia decisión. Mujica puede ser obligado a ser candidato si el mujiquismo corre riesgos de una fuerte caída sin su persona en primera fila. Y Sanguinetti puede ser obligado a ser candidato si el batllismo y el Partido Colorado no repuntan tan solo con su esfuerzo de ayudar, y para despegar requieren que sea candidato.

En uno y otro caso, el despeje de las incógnitas puede ya no ser en el entorno del mundial, y demorar bastante. En el caso de Mujica hasta cerca del Congreso del Frente Amplio, que se celebra en diciembre. En el caso de Sanguinetti puede dejar pasar todo este año y hasta esperar al arranque del año próximo.

Lo que puede darse es que la decisión de uno condicione al otro. Para un lado o para el otro. Si Sanguinetti dice sí, Mujica puede quedar sin espacio para decir que no. Y a la inversa.

Y la decisión de uno o del otro puede condicionar a Astori. La decisión es autónoma, se espera una definición relativamente rápida, apenas pasado el Mundial. Sin embargo, la reaparición del nombre de Sanguinetti supone el surgimiento de un nuevo escenario, y este nuevo escenario puede ralentizar los tiempos. Probablemente ya o sea tan necesario tomar decisiones a mediados de 2018. Y eso vale también para Astori. Y la decisión de Astori es trascendente para el espacio moderado del Frente Amplio, que es el ala donde se concentra el mayor porcentaje de frenteamplistas descontentos, ese espacio o la recuperación de ese segmento de electorado puede decidir mucho qué resultados alcance el Frente Amplio

Quizás el mayor cambio que se ha producido en el entorno del Mundial, es la entrada en escena de Julo Ma. Sanguinetti, que sacude el tablero y obliga a todos a reestudiar estrategias, tácticas, definiciones y tiempos.

 

 

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