Fue el primero en saltar del banco de suplentes para avisarle a sus compañeros que se necesitaba un gol más. Corea del Sur lograba dar vuelta el resultado contra Portugal y así por diferencia de goles la selección charrúa quedaba eliminada. Se necesitaba un gol más y restaban unos minutos aún para cerrar el partido ante Ghana.
Luis Alberto Suárez Díaz gritaba y pedía uno más.
Dos a cero era el tanteador a favor de Uruguay pero eso no era suficiente. Se necesitaba un grito de gol más. Pero los ghaneses también jugaban y si bien se veían eliminados de la Copa del Mundo, el gusto a revancha de lo que pasó en el 2010 en el mundial de Sudáfrica sobrevolaba ahora en Qatar.
El juez pitó y Uruguay se quedó sin ese grito de gol. Ahora si Uruguay es eliminado de la Copa del Mundo. El desconsuelo, y el llanto de varios jugadores era imposible de esconder. La celeste no logró el mínimo objetivo de pasar la fase de grupo, y se vuelve a Montevideo con las manos vacías y un fracaso rotundo.
Para varios jugadores será su primera experiencia mundialista, pero para las históricas estrellas es el cierre de una era dorada. Eso se veía en el rostro de Luis Suárez: el máximo goleador histórico de la selección celeste.
Fue figura en Sudáfrica 2010, fue clave en Brasil 2014 con goles claves luego de recuperarse de una dura lesión en su rodilla, y estuvo comandando el equipo en Rusia 2018. Este, el de Qatar, fue su cuarto mundial consecutivo. En Sudáfrica consiguió quedar entre los cuatro mejores. En Brasil pasó a octavos a pesar de ser sancionado por Fifa por el polémico episodio con Giorgio Chiellini, y fue eliminado por Colombia en octavos, y en Rusia terminó invicto en fase de grupo, logró derrotar a Portugal en octavos y fue eliminado por la posterior campeona, Francia, en cuartos de final.
Para Suarez, que en enero cumplirá 36 años, fue su último mundial. La biología también llega para los futbolistas, y el pistolero se retira de las citas mundialistas con números históricos, y eliminado a pesar de haber ganado el último partido en la cancha.
El llanto de sus hijos en la tribuna, y la tristeza de su rostro es la señal de ese gusto amargo luego de una histórica carrera en la selección celeste.
Foto: AUF