La celeste, aunque fue su cuarto mundial consecutivo y eso es todo un éxito, no quedó bien parada. Algo en los términos y factores de la ecuación del futbol no fue bien tratado y la ecuación no produjo el resultado que esperábamos. Lo que hemos llamado “la ecuación del fútbol” en este ciclo de columnas futboleras es la combinación de habilidades personales del jugador (estaban bien alimentados y bien dotados técnicamente), las habilidades colectivas del equipo; aquí tiene que ver la táctica y la estrategia, función del entrenador (recordemos que la estrategia es el plan de acción que te guiará hacia una meta final, las tácticas son los pasos y las acciones individuales que llevarás a cabo para llegar hasta ahí.
Por ejemplo, cuando un equipo trabaja solamente en la estrategia, lo único que hace es planificar el logro de los objetivos en lugar de hacer el trabajo necesario para alcanzarlos. Por otro lado, tampoco podés lograr tus objetivos si implementas únicamente las tácticas, porque sin una estrategia definida, tu trabajo se convierte rápidamente en un trabajo desordenado, los miembros del equipo toman acciones individuales y arbitrarias, todo se convierte en un trabajo pesado para los miembros del equipo, y a su vez esto generar frustración, agotamiento e insatisfacción.
Este factor de la ecuación dejó muchas dudas, además de las canchas (todas perfectas) y la pelota (Al-rihla, viene funcionando perfecta: es controlable por el jugador, es predecible su movimiento y trayectoria, es rápida, “está viva”). Pero, en el fútbol moderno falta un factor: la tecnología…y el juez.
En la tecnología incorporada o mejorada para este Mundial vamos a profundizar en la columna de hoy. Qatar es el mundial de fútbol con máxima cantidad de tecnología desarrollada hasta el momento. Es la acumulación de la tecnología de los mundiales anteriores (desde Sudáfrica-2010) más la refinada para éste. Ropa y Vestimenta (camisetas de fibra térmica aislante, hidrófuga, fitbody, absorbe el sudor y contiene un GPS). Calzado liviano, envuelve al pie y se estructura como una sola cosa, fibra que se expande (acolchona) o endurece cuando golpea.
Estadios con aire acondicionado para mejorar el confort, pero también para darle estabilidad al vuelo de la pelota. Iluminación inteligente: luces led que van acomodando las componentes de colores a medida que va desapareciendo la luz natural. (sale de los cultivos en ambientes cerrados y oscuros, o para los cultivos espaciales). Balón construido de materiales con memoria, con mínima pérdida de energía dada por la patada del jugador, hidrófugos (capta hasta 9 gramos de agua en cancha mojada) con un sistema de seguimiento basado en el rebote de luz UV para que una cámara siempre lo siga.
En este Mundial la tecnología aplicada se basó en IA. Todos los datos se procesaron basados en algoritmos de IA. En particular los datos procesos fueron para: el conocido VAR y las cámaras, App FIFA Player para los equipos, el reloj que dice si un balón ha entrado o no, sistema de datos de la FIFA, el Black Mirror de las 15.000 cámaras con reconocimiento facial, la joya de la corona, el balón Al Rihla con chip informàtico para el fuera de juego semiautomático. Pero en este Mundial la FIFA centró todo su esfuerzo en incorporar tecnología para el control del juego, especialmente el control del Gol y el control del Offside.
1) la tecnología del “Control del Gol”. La FIFA admite dos mecanismos: “Ojo de Halcón” o la “Pelota Inteligente”. En este mundial se aplicó un sistema combinado inteligente consiste en que 12 cámaras que miran hacia el arco y siguen la pelota detecten que la pelota cruzó completamente el plano posterior de los palos del arco y le manda directamente un aviso al juez que le hace vibrar un reloj y le aparece la palabra “GOL” en la pantalla del reloj.
2) La tecnología semiautomática del “Control de Offside”. Este es el verdaderamente novedoso y consistió en incorporar en la pelota (en el centro mismo de la pelota) un chip informático (recargable por inducción) Se llama IMU=unidad de medición inercial (sensor que va en interior del balón, en el centro, sostenido con un sistema de suspensión). También lo tienen nuestros celulares. Informa de cada acción que hace la pelota enviando señales de ello 500 veces por segundo. De esta forma se tiene instantáneamente la posición de la pelota y lo que ocurre sobre ella (es decir, el contacto de ella con “algo”).
Simultáneamente 12 cámara que miran hacia toda la cancha identifican 29 puntos en el cuerpo de cada jugador y envían la posición de esos datos 50 veces por segundo al centro de cómputos que está en Doha. Procesa los datos respecto a la posición de la pelota en el instante que esta es golpeada y compara ese momento con la posición de los jugadores de uno y otro equipo y detecta la posición adelantada (¡en 9 segundos!), y de inmediato manda esta imagen de análisis al VAR, que la revisa y le avisa al juez. Luego el juez hace lo que quiere! (según lo visto, por lo menos en los partidos de Uruguay-Portugal y Uruguay-Ghana).
El mismo proceso, pero sin considerar la posición del balón ocurre para analizar Goles, Tarjetas rojas directas, posibles Penales y Agresiones. ¿Está bien o mal esta incorporación?. Está bien porque el objetivo del juego es el Gol. Sin embargo nos puede sorprender que unos de los que más empujaron para estos cambios fueron las Agencias de Apuestas Internacionales.
Les recomiendo, para ir entendiendo el futuro del fútbol, un artículo escrito por nada ni nada menos que Roberto Fontanarrosa, en 1990 que lo publicó en el libro “El Mayor de mis Defectos”. Lo encuentran fácilmente en internet si buscan por Fútbol y Ciencia Fontanarrosa. En Marzo empezamos con la eliminatoria para Estados Unidos 2026. Nos vemos!
Escuchá la nota completa de Punto de Encuentro con Carlos Vera: