Según El País, vivía con su madre el barrio Tres Ombúes y ahora está institucionalizado hasta que se tome la decisión de dónde residirá. 

La madre no estuvo involucrada y se aseguró que no era consumidora, ya que el Juzgado de Familia Especializada ordenó un estudio de sangre y no se encontró cocaína.

Se presume que el niño tomó la cocaína de arriba de una mesa y una de las hipótesis que se maneja es que la cocaína que ingirió a su cuerpo, era de un tío que vive en el barrio. El padre del menor, por su parte, está privado de libertad.