Durante el carnaval de 1869, un muchacho de 14 años miraba por la ventana de su casa a los máscaros (máscaras de carnaval) sueltos que llegaban hasta la puerta, quienes se pusieron a cantar y en la letra de sus canciones aparecieron críticas muy duras contra el entonces Presidente de la República Lorenzo Batlle.

Las críticas empezaron a subir de tono y las burlas contra el Presidente también. Entonces, el muchacho de 14 años se calentó, salió a la calle y se agarró a piñas con los tipos. Entonces apareció el padre del muchacho, quien cortó la pelea y le dijo a los proto-murguistas que continuarán cantando sin problema.

El muchacho de 14 años era José Batlle y Ordoñez y el padre era el Presidente de la República, el General Lorenzo Batlle. Muchos años después José Batlle y Ordoñez relató las palabras, la lección y el legado que le dejó su padre ese día.

Esa historia está en el blog del Prof. Miguel Lagrotta, que mucho recomiendo y que rescata el diálogo entre quienes fueron presidentes de la República, el Gral. Lorenzo Batlle y el joven José.

Dice don Lorenzo: “Hijo, esta es una fiesta popular. Cuando estos hombres llegan a mi puerta a cantar estas cosas proclaman, sin quererlo, que ahora tienen lo que no tenían: libertad. Cuanto más me critican, mayor homenaje le rinden a mi conducta de gobernante y más grande es la satisfacción que me da escucharlos”.

El muchacho lo interrumpe preguntándole: “¿Es justo acaso que digan de ti tantas cosas y que yo lo tolere?”.

El padre continúa: “Es justo que ellos digan hasta la injusticia. Teme la crítica quién tiene ocultas culpas. A veces puede salir la verdad de una canción de enmascarados. Hay criaturas que se sienten libres solo en Carnaval, bajo la careta. A ellos llega especialmente mi amparo, para que se acostumbren a ser libres todos los días del año”.

Así fue el relato que Nano trajo para compartir y reflexionar sobre la importancia de ver detrás de las máscaras. “Que lindo hablar de la verdad detrás de las máscaras”, dice Nano añorando aquellos viejos tiempos.

“Muy poco se sabe de Lorenzo Batlle, del padre de Batlle y Ordoñes, que la historia lo agarra como el gran Batlle y nos olvidamos de ese veterano que tenía una mirada tan profunda de las máscaras, el carnaval y las críticas que podía recibir un gobernante”, dice trayendo las actuales discusiones políticas que se dan en el sistema por títulos universitarios truchos o posturas de algo que no se es.

“Esta grandeza y filosofía política que había antes con una mirada más allá de la máscara parece no existir más. Cuando pedimos que los políticos que tienen una voz, que se sienten y encuentren un punto en común, nos referimos a este tipo de políticos que seguramente se pelean en las tribunas –con sables y hasta con balas– pero que con otra intensidad tenían una mirada muy profunda. Esta anécdota es una verdadera prueba de cómo un hombre antiguo le dejó como legado a su hijo, que luego fue dos veces presidente, la necesaria presencia del enmascarado que dice la verdad”, reflexiona Nano Folle en La otra mirada por 970 Noticias.

Escuche aquí la reflexión completa de Nano Folle: