Se ha revisado al alza el número de viviendas afectadas, que pasaron de 90 a 180 y las destruidas, que subieron de 44 a 84.  También se confirmó la afectación de cinco puentes y daños a 80 unidades educativas y 33 centros de salud.

El terremoto tuvo su epicentro en la localidad de Balao, en la provincia ecuatoriana de Guayas, a una profundidad de 44 kilómetros.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso declaró estado de excepción, “sin restricciones de derechos” con el objetivo de acelerar trámites y desembolsos para las reparaciones, así como instaurar un bono de arrendamiento para los afectados por el terremoto.