Un hombre de 33 años y una mujer de 35 años fueron imputados por reiterados delitos de cohecho calificado a 12 meses de libertad a prueba.
La investigación comprobó que ambas personas ingresaban teléfonos y cargadores a la cárcel de Duranzo, que entregaban a las personas privadas de libertad a cambio de dinero. El hombre, además, le avisaba a los reclusos cuando se iban a realizar requisas.