Esta medida se desata tras el bloqueo que realizan grupos ecologistas en la planta Kymi de Finlandia por «la destrucción de los bosques nativos y de la colonización celulósica». Como reacción, la protesta se replicó en Uruguay en las plantas de Fray Bentos y Pueblo Centenario, y se está impidiendo el ingreso de productos químicos y la salida de celulosa con destino al puerto.
Mediante un comunicado el Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus) señala que «las protestas se originan por el excesivo uso de agua y el neocolonialismo de la empresa en Uruguay, donde utiliza, sin compensación para el país, grandes cantidades de agua dulce y no paga impuestos en razón de acuerdos y contratos leoninos que debieran ser renegociados».
«Lo que ha pasado aquí con UPM y lo que está pasando todos los días es un atropello y además un atentado a la dignidad nacional y a la soberanía», dijo a 970 Noticias, Raúl Viñas, integrante de Movus. Agregó que otro de los motivo por lo que se realizan los bloqueos es «el atropello a las normas laborales y la extendida práctica de greenwashin o maquillaje verde con el que la empresa pretende disimular el impacto negativo que genera en el medio ambiente».