En época de redes sociales, filtros, inmediatez y relaciones líquidas, surgen algunas preguntas que buscan darle sentido al contexto en el que vivimos. Por ejemplo, ¿cuándo una tendencia se vuelve peligrosa? ¿El cuerpo es un accesorio de la moda? ¿Por qué los famosos cambian completamente su apariencia en base a la moda? ¿Cuál es la tendencia que volvió y por qué no es sana?
En Esa No La Tenia de Nadie Se Atreve, la periodista Sofia Demaria analizó -luego de un breve recorrido por la historia de la moda- las tendencias y los daños que estas ocasionan en la sociedad. Un fenómeno que se puso de moda y se arraigó fuerte en los 90s, fue la «heroin chic» (aspecto que se asemeja a alguien que consume heroína) y se trata de la imagen de la mujer en extrema delgadez, aspecto desaliñado y ser «cool» por consumir drogas. Las más conocidas por ajustarse a ella, fueron las supermodelos Gia Carangi y Kate Moss.
Sofia Demaria en Nadie Se Atreve. Foto: Bruno Ruetalo.
Como explicó Demaria, «la heroin chic fue en parte una reacción contra el aspecto ‘saludable’ y vibrante de las principales supermodelos como Cindy Crawfors y Claudia Schiffer». Si bien esa tendencia fue desplazada por el cuerpo curvilíneo a finales del 2000, recientemente se ve como, por ejemplo, Kim Kardashian -reina del cuerpo curvy- presume un nuevo aspecto dejando entrever que las modas son cíclicas.
La modelo y empresaria estadounidense, Kim Kardashian antes y después.
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Foto de portada: intervenido por Nadie Se Atreve
