A los socios gobernantes no les alcanzó los votos en el Parlamento para respaldar la gestión del ministro del Interior Luis Alberto Heber, y la política de seguridad pública de la administración del presidente Lacalle Pou. La situación quedó de manifiesto cuando Cabildo Abierto presentó una moción propia por fuera del bloque de socios, donde cuestionó las cifras y los resultados en seguridad pública. 

La misma indicaba que la gestión de Heber al frente de la cartera “no viene logrando cumplir los compromisos fundamentales en materia de seguridad que presentó la Coalición de Gobierno a la ciudadanía en su documento ‘Compromiso por el País’, en especial lo referido a la recuperación de las comisarías barriales y a desarrollar una verdadera policía de cercanía»

En tanto, el Frente Amplio, amparado en el artículo 147 de la Constitución, presentó una moción de censura. Esta situación determinó que se convoque una sesión especial de la Cámara de Diputados para aprobar o no el pasaje a la Asamblea General de esa solicitud.  Eso deberá suceder en un plazo no menor a 48 horas de acuerdo a la constitución. «Se comunicará oportunamente cuándo se realizará la sesión indicada», dijo el presidente de Diputados, Sebastián Andújar.

La censura

La censura está establecida en el artículo 147 de la Constitución. Esta sostiene que  «cualquiera de las cámaras podrá juzgar la gestión de los ministros de Estado, proponiendo que la Asamblea General, en sesión de ambas cámaras, declare que se censuran sus actos de administración o de gobierno».

Las primeras voces

Una vez finalizada la sesión, dirigentes frentistas  manifestaron que el ministro debe abandonar su cargo. El Ministro Heber no debe continuar en su cargo. Como ministro de transporte, entregó un monopolio en el puerto de Montevideo por 60 años. Después le mandó un pasaporte a Dubai al narco Marset. Y su política de seguridad está claramente fracasando. Qué más tenemos que esperar?”, expresó el senador Mario Bergara.

Por su parte el senador Charles Carrera indicó que a «la realidad le pasó factura» al gobierno, y expresó que Heber se fue «enojado y sin respaldo político».