El alcalde de Porvenir, Ramiro Allende, se atrincheró en la puerta de un centro CAIF de su pueblo impidiendo el ingreso al centro de niños y educadores. El jerarca departamental aseguró que tomó la decisión por temas de seguridad ya que había un cable de alta tensión suelto que ponía en juego la seguridad de los menores que ocurría allí.

El intendente del departamento, Nicolas Olivera, confirmó que eso no era así, y que debían actuar las autoridades departamentales y no locales, según informó El Telégrafo de Paysandú a través de material fílmico. El diferendo generó un episodio de tensión entre ambos dirigentes del Partido Nacional que muestran diferencias políticas de largo tiempo atrás, aún no resueltas.

“En presencia de la escribana, le vamos a solicitar amablemente al alcalde que deje entrar al predio que es de la Intendencia Departamental de Paysandú. En caso de que usted no franquee vamos a solicitar la fuerza pública para acceder y no tener más a los gurises de rehén. Espero señor alcalde que prime la cordura”, dijo Olivera frente al Alcalde quien mantenía la puerta del CAIF bajo llave y cadena. 

“Vienen de pesado acá. Sacame vo’ de acá, sacame vo’”, le dijo el alcalde de Porvenir Ramiro Ayende al intendente Nicolás Olivera quien llegó al local con efectivos policiales, una escribana pública y un cerrajero para abrir la puerta del centro CAIF y abrir la puerta para instalar una nueva cerradura. “Opa, se resiste, el alcalde”, retrucó Olivera. 

“Déjese de hacer papelones, déjese de hacer papelones”, le reiteró el intendente Olivera quien concurrió al lugar ya que es la segunda instancia en la que el alcalde tomó la decisión de cerrar el CAIF. 

El episodio duró unos cuantos minutos hasta que el alcalde accedió a permitir el ingreso al lugar y la intendencia dejó labrado en actas lo ocurrido.

Foto: Captura El Telegrafo