El futbolista portugués abrazó a la pintora iraní, Fátima Hamami, como agradecimiento por regalarle un cuadro y fue condenado a 99 latigazos.
Según la ley del país del medio oriente, el hecho de abrazar a una mujer soltera es cometer un acto de adulterio. En caso de entrar a Irán, factible por el hecho de que juega una competición a nivel clubes en el continente asiático, deberá cumplir la condena de recibir 99 latigazos.