Columna de Pablo Fernández

 

House Of Cards es una serie estadounidense que muchos conocen por la plataforma de Netflix donde se narra de forma dramática las negociaciones políticas en la casa blanca y que tiene como protagonista a un congresista demócrata muy pragmático que apoya la candidatura de Garrett Walker para conseguir el nombramiento a Secretario de Estado.

Hoy en este nuevo capítulo de Alfiles y peones vamos a tratar de desmenuzar la interna del Partido Nacional para entender el rol que cumplen cada una de las figuras que saldrán a competir por algo que los blancos nunca han logrado desde la restauración de la democracia en 1985: repetir un mandato de forma consecutiva.

Es más: van por algo que en la historia del Uruguay solo lo consiguieron una vez y hace 62 años: cuando en 1962 (Daniel Fernández Crespo) lograron mantenerse en el gobierno luego del mandato conseguido en 1958 (Martín Echegoyen).

Hay dos candidatos que tienen una estructura ajustada, uno ya lo tuvimos en estudios que va por su revancha que es Carlos Iafigliola y la otra es la dirigente canaria, Roxana Corbaran.

Escuchamos a Remy Danton negociando duramente con Frank Underwood. Remy es un abogado y cabildante. En la serie se acerca a Frank como un lobbista, pero luego se convierte como un socio, en la tercera temporada llega a ser el jefe de Gabinete de la Casa Blanca. Es uno de los negociadores más fuertes que enfrenta a Frank y sus diálogos, como veíamos en el audio, es de los más duros en la serie.

Así han sido las negociaciones entre Jorge Gandini y Álvaro Delgado a lo largo del actual mandato, y el líder y precandidato del sector blanco Por la patria ha tratado de marcar su perfil en la interna nacionalista.

Logrando relativo éxito entre los blancos, por ejemplo, en la elección del directorio blanco, consiguiendo más votos de los logrados en la interna y consiguiendo tres asientos en el directorio blanco.

Gandini va a marcar un perfil de “oposición dentro del oficialismo”. Va a marcar sus diferencias dentro de los blancos. Lo está haciendo con el tema de seguridad. Dice que quiere un cambio radical de país.

Su discurso va a estar marcado por el de no plegarse al oficial de Delgado, y no va a dudar de quedar acoplado a la gestión del oficialismo. Justamente porque durante las negociaciones en el armado del gobierno entiende que lo han dejado de lado en las negociaciones internas.

Sus negociaciones con Delgado, han sido igual de duras, que las de Franck y Remy en la serie.

En esta trama política, Juan Sartori es Raymond Tusk, un empresario multimillonario con una amplia red de influencia, aunque en la serie de ficción prefiere vivir modestamente. En medio de la serie intenta hacer una sociedad política con Frank pero las negociaciones internas dentro del partido cambian rápidamente.

Esto es algo muy parecido a lo que le pasó a Sartori dentro del Partido Nacional.

Llegó como un «ocupa» al partido. Un desconocido y a molestar. Fue odiado por los blancos y luego aceptado.

A fuerza de dinero logró desplazar a un histórico como Jorge Larrañaga en la pasada interna. Para esta elección no tenía pensado competir, y por eso lo fueron a buscar todos. Laura Raffo y Penades se reunieron con Sartori. Y gente de Delgado también fue a por él.

Tenía la decisión tomada de no competir en la interna y esperar hasta 2029, pero su barra le pidió y ve que tiene chances de tener éxito en la interna.

Esto abre la incertidumbre en la interna blanca. En especial con el segundo lugar. Porque la barra de Sartori se tiene fe de irrumpir luego de abril y terminar definiendo en la interna.

De la barra de Delgado han ido por tratar de desarmar lo que tiene de estructura Sartori: concretamente Juan Straneo. Pero esto hasta la inminente salida del joven empresario quedó en el congelador

Clarie Underwood es la esposa de Frank, quien en su matrimonio tiene aspiraciones personales, y más que un matrimonio son dos figuras políticas que por momentos compiten.

En esta saga sin duda que Clire es Laura Raffo. Una figura que salió del mismo riñón político que Delgado (el Herrerismo), que tuvo el apoyo del elegido por el sector mayoritario, pero que en cierto momento decidió elegir su propio camino y salir a la cancha.

La candidata mujer no tiene problemas de enfrentar los embates y golpes de donde vengan.

Tiene ambición política y su estrategia va por los caminos no tradicionales de los políticos uruguayos. Esto le ha generado algunos roces con los sectores tradicionales que la apoyan: Herresimo y Alianza Nacional, ya que algunos de sus dirigentes entienden que falta consulta y reuniones.

Hoy en el entorno político que apoya a Raffo hay preocupación por la salida de Sarori.

Y en el entorno de Delgado no la quieren para completar la fórmula de ninguna manera.

Escuchábamos al protagonista de esta serie: Francis Underwood, Frank. La serie lo muestra cercano al presidente electo y buscan negociar con el entorno del jefe de Estado para preparar su llegada al sillón presidencial.

Y eso es lo que escuchamos en el audio recién donde Frank busca explicarle que es el poder.

Esta va a ser la estrategia de Delgado: mostrar que es el hombre más cercano a la figura central que hoy tiene el Partido Nacional: Luis Alberto Aparicio Alejandro Lacalle Pou. Uno de dos políticos, junto con Mujica más populares del Uruguay.

La dificultad de este posicionamiento es que puede convertirse en un arma de doble filo. Porqué Delgado no es Lacalle Pou, no tiene la popularidad de Lacalle Pou, ni tiene el sex appeal político del líder blanco que le ha costado ganar con el tiempo.

Delgado estructuró una campaña muy similar a la de Lacalle Pou en 2019 que le fue exitosa a los blancos. Incluso en algún caso algo más intensa los fines de semana en Canelones y Montevideo, donde se sabe que está el caudal de votos más importante.

Busca lograr tener una elección interna con un resultado “por afano”. Así me lo transmitieron desde su comando. ¿Por qué? Para no tener que negociar la fórmula. No quieren a Raffo, y el nombre que tienen en un principio es la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, pero no termina de convencer a parte del equipo de campaña.

El equipo de Delgado sabe que la elección interna se presenta como más que ganable, no quiere darla por ganada, pero quieren asegurar el triunfo y buscar una fórmula paritaria, pero saben que las opciones son pocas. ¿Quiénes aparecen entre las opciones? Hoy este tema es un problema que ya empieza a ser conversado entre los blancos en varias charlas informales.