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La conservación de los restos de un familiar es un acto que puede considerarse sagrado o religioso así como también hay quienes deciden hacerlo por mantener un recuerdo físico o como una forma de materializar su historia. Muchas veces las familias deciden honrar los restos de su ser querido con la última voluntad del difunto en vida.
En un país con tradición futbolera como lo es Uruguay muchas veces se elige como destino final los campos de juego, y uno de los más elegidos es el Campeón del Siglo.
Cuando finalizaban las obras del estadio Campeón del Siglo en el año 2016, la directiva de Peñarol autorizó a que se depositaran los restos de un hincha del club.Este pedido fue aceptado como excepción en ese momento.
Hoy en 2024 la realidad es muy diferente ya que crece rápidamente la cantidad de solicitudes de este tipo. En ese sentido el dirigente de Peñarol Alejandro Gonzalez indicó que unas tres familias por semana (número que va en aumento) llegan a esparcir las cenizas de sus seres queridos al Campeón del Siglo. Actualmente para gestionar el acceso, hay que comunicarse con el club y se deriva con los encargados del CDS para acordar fecha y hora.El lugar destinado en este momento es la zona de la locomotora y no está permitido el campo de juego, según indicaron desde el club.
Tras ser consultado si está sobre la mesa abordar el tema de manera más formal, Alejandro González indicó que al momento no se encuentra en la agenda pero que sí se debería tratar para que la zona de la locomotora no se convierta en un “santuario”, sostuvo.
Por otra parte, lo mismo sucede en el Gran Parque Central, aproximadamente unas diez familias al mes solicitan esparcir los restos en el campo del juego y las solicitudes son aceptadas en función del calendario deportivo. Desde Nacional indicaron que los pedidos vienen en aumento desde hace varios años, principalmente después de la pandemia. En este caso hay dos lugares asignados, uno es al costado de la cancha y el otro dentro de los arcos.
Lo mismo sucede en la cancha de Defensor, el estadio Luis Franzini así como también en la cancha de Danubio y en el Estadio Centenario.
Esta problemática no solamente sucede en las instituciones deportivas sino que también hay colectividades, comunidades y religiones con diferentes culturas o tradiciones que no encuentran un lugar para rendir homenaje a sus seres queridos.
El próximo viernes 19 de abril se inaugura en el cerro del Verdún, un cinerario, con el objetivo de atender la necesidad de muchos fieles que eligen ese lugar como destino final para sus seres queridos. Desde hace varios años visualizaban este tema como una problemática. En ese sentido, dialogamos con el párroco de la Iglesia de Minas, Pablo Graña que nos explicó que este problema data desde hace unos 10 años.
Cabe destacar que la Iglesia Católica no prohíbe la cremación, recomienda la sepultura cristiana. Pero en el caso de la cremación exhorta que las cenizas sean depositadas sin dividirlas y en un lugar específico y digno.
Desde el área de Servicio Fúnebre y Necrópolis de la intendencia de Montevideo indicaron que en el año 2023 se cremaron 1874 personas, en 2022, 2359 y en el año 2021, fueron 2760. En el año 2022 hubo una baja de un 14,5% con respecto a 2021 y en 2023 con respecto a 2022 bajó un 20,5%.
En 2023 se gestionaron 537 solicitudes de cremación pedida en vida.Hubo un incremento importante en 2022 que fueron 530 (25% más respecto de 2021 que fueron 423).
Por otra parte indicaron que observan algunos cambios en lo que tiene que ver con los rituales en torno a la muerte, por ejemplo en la unidad Fúnebre de la Intendencia solo el 30% de los servicios solicitan velatorio, el resto va directamente a cremación o inhumación, y el velatorio dura pocas horas, no más de tres. Además lo más habitual es que las personas se lleven las cenizas luego de la reducción o cremación y ronda en el entorno del 90% de los casos aproximadamente.
El trámite tiene costo, salvo los casos que atiende la unidad fúnebre de la IMM, que es para personas que están en condición de vulnerabilidad y que no tienen cobertura.
Existen varias opciones una vez que tenemos los restos incinerados de los difuntos, la opción más tradicional es depositarlas dentro de una urna para poder enterrarlos en un cementerio, opción que va perdiendo fuerza con el correr de los años. Algunas personas deciden conservar las cenizas en su domicilio, así como también familias que deciden dividir los restos del difunto luego de la cremación y realizar un reparto entre los familiares utilizando relicarios o joyas.
El pasado 25 de agosto de 2023 un hombre de 47 años se quitó la vida tras ingerir mercurio en el departamento de Canelones. Al día siguiente, cuando se iba a realizar el funeral, la Intendencia resolvió que no fuera sepultado debido a la toxicidad y el potencial contaminante de la sustancia.
Ante esta situación se elaboró un protocolo especial para poder enterrarlo , el mismo se determinó luego de una mesa de trabajo formada por el Ministerio de Ambiente, Ministerio de Salud Pública, con la colaboración de la Intendencia y expertos internacionales. Se realizó un tratamiento para contrarrestar el efecto del mercurio a través de la incorporación de azufre, y se elaboró un cajón especial metálico. Finalmente 50 días después del deceso pudo ser enterrado.
Por otra parte en el año 2019 la Intendencia de Canelones cedió un terreno en la localidad de Soca para la construcción del primer cementerio islámico del país, por entender que era una necesidad y un anhelo de más de 20 años para esta comunidad religiosa y que le permitiría mantener sus tradiciones, respetar y honrar la memoria de los seres queridos. Proyecto que de momento quedó trunco.
Al día de hoy hay muchos casos de personas, situaciones, comunidades, colectivos o instituciones que tienen diferentes tradiciones y culturas que quizás no estén contemplados a la hora de honrar y homenajear los restos de sus seres queridos.