Luego de un largo tiempo «durmiendo» en un cajón, «Quebrada honda» de Ana Solari salió a la luz. La historia nació en 2005 y tras 18 versiones y una pandemia de por medio, el protagonista de la historia -el cual no fue bautizado con ninguna identidad- nos muestra su experiencia de vida a través de sus ojos. Un camino de búsqueda donde podría verse con claridad la dicotomía que lo une con su creadora.
Nadie Se Atreve entrevistó en Espresso Para Dos a la escritora y doctora en Comunicación, Ana Solari, para conocer en profundidad la inquietud que la llevó a escribir este texto, su trama, el conflicto de los personajes en un pueblo que no pretendió asemejarse al existente en la realidad y todo lo que hay de Solari, escondido en cada huella que deja este futuro escritor durante sus andanzas en la búsqueda de locaciones para un mítico cineasta.
«En el fondo lo que hay, porque fijate, es un documentalista -que es visual- y alguien que a través de las palabras se explica el Universo, por más chiquito que sea. De mi hay una vieja dicotomía en cómo describo mejor la realidad: ¿a través de imágenes o palabras que, en definitiva, construyen las imágenes? Entonces, creo que el equilibrio está puesto un poco en eso. El libro es muy visual porque en la medida que yo veo a través de sus ojos, estoy obligada a describir lo que el protagonista va viendo», afirmó Solari.
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Foto de portada: Casa editorial HUM