Por la 9ª fecha del Torneo Clausura, Peñarol se hizo fuerte en el Campeón del Siglo, derrotó por 2-0 a Boston River, está arriba en las dos tablas y viajará con sonrisa a Río de Janeiro.
El carbonero marcó dos muy bonitos goles; a los 6′ del primer tiempo Felipe Avenatti abrió el marcador y a los 24′ del segundo Leonardo Fernández decretó el definitivo resultado.
Partido redondo para el carbonero. Diego Aguirre tomó la decisión arriesgada de poner a un equipo alternativo, con excepción de Damián García, y le salió perfecto.
No solo los jugadores que colocó en cancha respondieron, incluso por momentos tuvieron mejor juego que los habituales.
Esta noche el carbonero demostró que, para el medio, tiene un plantel de cantidad y calidad.
La diferencia fue de un par de goles, pudo ser mucho más abultada. Los dueños de casa generaron once situaciones de peligro, la mala puntería o Santiago Silva impidieron una goleada.
Más allá de algunos buenos pasajes en lo colectivo, se vieron individualidades en alto nivel. Felipe Avenatti jugó su mejor partido con la mirasol, Nahuel Herrera estuvo sólido en la zaga y Leonardo Sequeira levantó su nivel.
Gastón Ramírez muy activo hasta que se agotó y los laterales sumaron en ataque (Camilo Mayada y Lucas Hernádez). Alan Medina puede dar más y Facundo Batista no se mostró fino en definición.
Párrafo aparte para Leonardo Fernández, hoy el jugador más desequilibrante del fútbol uruguayo. Entró muy enchufado y regaló otra muestra gratis de su espectacular pegada. Desniveló y casi marca un par de goles más.
¿Boston River? Por varios pasajes intentó manejar bien la pelota, sin embargo fue un equipo brutalmente liviando en todas sus líneas. Le faltó agresividad en ataque y sufrió horrores por su costado izquierdo.
El próximo miércoles a las 21:30 horas Peñarol chocará ante Botafogo en Río de Janeiro por semifinales de Copa Libertadores. Era muy importante para ellos viajar con un triunfo a cuestas y bien arriba en ambas tablas del Uruguayo.
Boston River está haciendo una gran campaña, eso no puede maquillarse. Este 2024 tuvo un gran déficit y eso dice mucho; perdió los cinco partidos ante los grandes (tres frente a Peñarol y dos ante Nacional). Cuando tuvo que golpear la mesa, falló.
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