Hablan las encuestas:
Yamandú Orsi ganó el balotaje y será el nuevo presidente del Uruguay a partir del 1º de marzo del 2025. Con el 100 por ciento de los votos escrutados, según la Corte Electoral, la fórmula Orsi-Cosse obtuvo 1.196.798 votos frente a 1.101.296 de la fórmula Delgado-Ripoll, unos 95.202 votos de diferencia.
En porcentajes, Orsi-Cosse obtuvieron 49,84 % frente a Delgado-Ripoll un 45,87%, lo que marcó una diferencia de un 3,97%, algo que para las encuestas era poco probable, ya que vaticinaban un escenario «más competitivo» al punto que desde los propios comando de campaña hablaban de «noches largas» y hasta la posibilidad de tener que esperar por los votos observados.
Finalmente el escenario con los votos en blanco y anulados fue el siguiente: en blanco 38.478, anulados 64.500 y observados 35.761. Mañana martes comenzará el escrutinio departamental en todo el país.
En diálogo con Punto de Encuentro la directora de Cifra, Mariana Pomiés y el director de Factum, Eduardo Bottinelli analizaron los datos y destacaron fortalezas y debilidades de la campaña y las claves del triunfo frenteamplista.
Pomiés destacó la simpatía del candidato (Yamandú Orsi). Según dijo «tenían el candidato con mayor simpatía de todos los que estaban en juego» y eso «ya es tener medio partido ganado». Por otra parte indicó que la coalición «no logró colmar las expectativas» de un segmento de la población que quiere mejorar su situación.
Por su parte, Bottinelli destacó el trabajo realizado con el Frente Amplio te escucha «y eso fue efectivo claramente, cuando uno mira el interior, dijo.
La directora de Cifra, Mariana Pomiés aseguró a Punto de Encuentro de que a pesar de que la coalición (después del 27 de octubre) sostuvo que no habría fuga de votos. «La fuga se dio», dijo. «Y esto sigue reafirmando las identidades partidarias y que no todos los cabildantes o colorados votan a un banco». Pomiés afirmó que en el análisis del trakking pudieron observar esa fuga a pesar de los esfuerzos de la coalición por «instalar un relato» de que no habría pérdida de votos. Añadió que eso se vio claramente en los votos de Gustavo Salle. Parte de esos voto se fueron con la coalición. «Los analistas siempre dijimos que tenían fuga. Se construyó un relato que no tenía sustento».
Eduardo Bottinelli dijo que «las estimaciones de todas las encuestas estuvieron muy afinadas con respecto al voto a Delgado y la diferencia estuvo en el voto anulado, en blanco y el voto a Orsi». En ese contexto dijo que había gente que no tenía preferencias porque «ninguno de los dos candidatos los convencía» y esas personas eran las que más se volcaban hacia el voto en blanco o anulado. «Parte de ese electorado tomo una postura», indicó Bottinelli quien sostuvo que con diferencia a otras elecciones donde los blancos y anulados siempre crecían «en esta tenemos menos votos anulados que en octubre» y todo tiene que ver con los votanes de la papeleta por el Sí.