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El jefe de los rebeldes sirios, Abu Mohamed al Jolani, se entrevistó este lunes con el ex primer ministro Mohamed al Jalali para «coordinar la transición del poder», tras el derrocamiento el domingo del régimen de Bashar Al Asad.

Después una ofensiva relámpago de dos semanas de la alianza rebelde siria liderada por islamistas, decenas de personas irrumpieron en la lujosa casa del mandatario en la capital Damasco, después de su huida del país.

El líder de los rebeldes destacó que esta fue una victoria para todos los sirios.

El jefe de Hayat Tahrir al Sham, la formación islamista que dirige la coalición rebelde, aseguró el martes en una entrevista al canal Sky News que el pueblo sirio está «agotado» por años de guerra en el país y que no habrá «otra».

NUEVO JEFE DE GOBIERNO DE TRANSICIÓN

Los rebeldes designaron este martes a Mohamad Al Bashir como el jefe de gobierno transitorio en Siria. Hasta ahora dirigía el llamado “gobierno de salvación” del bastión rebelde de Idlib, en el noroeste del país.

Ejercerá sus funciones hasta el 1 de marzo. Este ejecutivo ejercerá «hasta el lanzamiento del proceso constitucional», momento en el que se formará «un nuevo gobierno».

Según expertos citados por la AFP, el gobierno de Al Asad no pudo sostenerse sin el apoyo de sus aliados, ya que su principal respaldo, Rusia, está centrado en la guerra con Ucrania, e Irán y el movimiento libanés Hezbolá están desgastados por sus enfrentamientos con Israel.

El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores afirmó que Al Asad había dimitido y dejado el país, sin precisar el destino, aunque medio estatales de ese país indicaron que está en Moscú con su familia, donde recibieron asilo.

TURQUÍA E ISRAEL

Turquía, que apoyó a los grupos insurgentes, dijo estar dispuesta a ayudar a Siria a «garantizar su unidad» y «su seguridad».

Mientras que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió que su país no permitirá que «ninguna fuerza hostil» se establezca en la frontera entre ambas naciones, y ordenó a su ejército que tomara el control de la zona siria de los Altos del Golán.

El ejército israelí dijo este martes que ejecutó unos 480 ataques en las últimas 48 horas contra objetivos militares estratégicos en Siria, después del derrocamiento de Bashar al Asad.

El lunes había reivindicado la destrucción de «armas químicas» en Siria para evitar que cayeran en manos de los rebeldes, a quienes acusó de estar animados por «una ideología extrema del islam radical».

GUERRA CIVIL SIRIA

Siria ha sido escenario de una guerra civil desde la violenta represión en 2011 por el régimen de Al Asad de las manifestaciones prodemocráticas en su país en el marco de las denominadas «primaveras árabes».

La guerra en Siria dejó medio millón de muertos y dividió al país en zonas de influencia, con fuerzas beligerantes apoyadas por potencias extranjeras.

Tras años de estancamiento del conflicto, el 27 de noviembre una alianza rebelde liderada por islamistas lanzó una ofensiva relámpago en el noroeste del país.

El mismo día que entraba en vigor un alto el fuego en Líbano entre Hezbolá e Israel, los rebeldes sirios, liderados por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS) lanzaron este ataque sorpresa con el que se hicieron con Alepo, la segunda ciudad del país.

Los insurgentes conquistaron rápidamente varias ciudades con el objetivo de llegar a Damasco y derrocar al presidente, cuya familia gobernó Siria con mano de hierro durante medio siglo. 

BASHAR AL ASAD

La caída de  Bashar Al Asad supone el fin de un régimen que el mandatario ha controlado con mano de hierro desde que llegó al poder en el año 2000, y antes de él, su padre, Hafez, gobernó el país durante 29 años.

Bashar había elegido un camino muy diferente al de su padre, alejado de la política y del ejército. Tras graduarse en la Universidad en Damasco, se mudó a Reino Unido en 1992 para especializarse en oftalmología en el Western Eye Hospital de Londres.

Bashar era el segundo hijo de Hafez y su hermano mayor era visto por la mayoría como el «aparente heredero» del poder de su padre.

Pero la muerte de Bassel en un accidente de tránsito en 1994, cambió radicalmente el curso de la vida de Bashar, que fue convocado de inmediato a Damasco para comenzar su preparación como potencial sucesor en el poder de su padre.

Hafez al Assad murió en junio de 2000 y su hijo Bashar, que tenía entonces 34 años, fue proclamado presidente después de un cambio constitucional que rebajó la edad mínima de 40 años para ocupar el cargo, vigente hasta entonces.

El nuevo presidente fue juramentado en el 2000 introduciendo un nuevo tono. Hablaba de cosas como «transparencia, democracia, desarrollo, modernización, rendición de cuentas y pensamiento institucional», según recuerda BBC Mundo.

Siria viviría un breve periodo de debate abierto y relativa libertad de expresión conocido como la Primavera de Damasco, pero para 2001 las fuerzas de seguridad habían retomado sus prácticas de arrestos masivos y represión.

Los primeros diez años de gobierno habían dejado claro el enfoque autoritario de Al Assad y la persecución de la oposición continuaba.

A medida que el conflicto iniciado en 2011 con la “primavera árabe” se agravaba y complicaba, otros actores internacionales se iban implicando.

Rusia, Irán y los grupos armados apoyados por Teherán, como la milicia libanesa Hezbolá, se sumaron al bando del ejército de Al Asad, mientras que Turquía tomaba partido por facciones opositoras.

Para 2015 el régimen parecía a punto de caer. Había perdido el control de amplias zonas del país, pero la intervención militar de Rusia cambió el curso del conflicto y le permitió a Al Assad recuperar territorios claves.

¿QUIÉN ES ABU MOHAMMED AL JAWLANI, EL LÍDER REBELDE CUYO GRUPO (HTS) PUSO FIN AL RÉGIMEN DE BASHAR AL ASSAD EN SIRIA?

El grupo fundamentalista Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), que encabezó el avance de los grupos insurgentes, está comandado por Abu Mohammed al Jawlani.

Al Jawlani -que ahora usa su nombre real, Ahmed al Sharaa,- tuvo una trayectoria de militancia en varios grupos islamistas, antes de llegar al comando de HTS.

Aunque en años recientes ha intentado presentar una imagen más moderada hacia el mundo, Estados Unidos continúa ofreciendo una recompensa de US$10 millones por su captura, y su grupo rebelde es considerado organización terrorista.

Se cree que Al Jawlani se integró al grupo yihadista al Qaeda en Irak después de la invasión de ese país en 2003 por una coalición liderada por EE.UU.

En 2012 Al Jawlani se convirtió en el comandante de un grupo armado llamado el Frente Nusra que estaba secretamente afiliado a Estado Islámico. En Siria se destacó por su accionar en el campo de batalla.

En 2013, Al Jawlani cortó los lazos del Frente Nusra con EI y lo puso bajo el control de al Qaeda. Sin embargo, en 2016 anunció que también había roto con este grupo.

En 2017, Al Jawlani declaró que sus combatientes se habían unido a otros grupos rebeldes en Siria para conformar Hayat Tahrir al Sham.

Días atrás, Al Jawlani le dijo a la emisora pública de Estados Unidos PBS que nació con el nombre de Ahmed al Sharaa, y que es un sirio cuya familia proviene de la región del Golán.

Qué grupos y potencias internacionales tienen intereses en Siria y cómo se verán afectados por la caída de Al Assad

Turquía

Turquía, que ha lanzado numerosas operaciones militares en Siria, principalmente contra las fuerzas lideradas por los kurdos sirios, ahora efectivamente controla una zona a lo largo de la frontera norte del país.

También apoya a facciones que pelearon contra Al Assad, como el Ejército Nacional Sirio y el Ejército Libre Sirio.

Qatar y Arabia Saudita

Ha habido informes en los últimos días de que Qatar -quien se dice que durante mucho tiempo ha apoyado a HTS- parece estar liderando el esfuerzo de las naciones árabes para crear un gobierno de transición en Siria.

Las fuerzas kurdas

Otro de los grupos que miran con interés la formación de un nuevo gobierno en Siria son las Fuerzas Democráticas Sirias, principalmente formadas por kurdos y apoyadas por Estados Unidos y la Unión Europea.

Las fuerzas kurdas han consolidado su control en varios poblados y ciudades en el noreste del país, formando una región autónoma en la zona.

Pero su principal lucha es contra su antiguo enemigo, Turquía, que los considera «una amenaza para su seguridad nacional», debido a sus conexiones con el movimiento separatista turco PKK.

Estados Unidos y Rusia

Para Washington, la caída del régimen de Assad, que estaba respaldado por Moscú y Teherán, es una señal positiva después de haber estado buscando reemplazar al gobierno sirio con medios directos e indirectos desde 2011, según BBC.

El presidente Joe Biden declaró el domingo que la situación en Siria es «un momento de riesgo e incertidumbre» para la región.

Pero Biden sólo permanecerá en su cargo durante las próximas semanas. Y el presidente electo, Donald Trump, refiriéndose a Siria el sábado en sus redes sociales, escribió: «ESTA NO ES NUESTRA LUCHA… NO SE INVOLUCREN!».

Como explica el experto Ali Bilgic citado por BBC Mundo, «si realmente Estados Unidos decide no involucrarse en Siria el vacío de poder, una vez más, será llenado por otros actores y uno de esos actores podría ser Rusia».

Irán y Hezbolá

Irán, que era uno de los principales respaldos del régimen de Assad, ha dicho que espera que continúen las relaciones «amistosas» con Siria. Teherán brindó un importante apoyo militar a las fuerzas de Assad y entrenó a una de las principales fuerzas paramilitares que lucharon contra los grupos armados de oposición en el punto álgido de la guerra siria.

Israel

A los israelíes les preocupa especialmente quién podría hacerse con el supuesto arsenal de armas químicas de Bashar al Assad. Desde la caída de Al Assad el fin de semana, aviones de combate israelíes han llevado a cabo docenas de ataques en todo Siria contra objetivos militares.