Un año y tres meses después del ataque más mortífero de Hamás a Israel en un festival de música, en el cual perdieron la vida casi 400 jóvenes y que marcó el inicio de una guerra, se alcanzó el pasado miércoles un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza, según lo anunció el primer ministro de Catar, Mohamed bin Abderrahmán.
El documento consta de tres partes, y solo se tiene certeza de la primera, mientras que la segunda comenzará a negociarse el día 16 de la tregua.
Isaac Herzog, presidente de Israel, celebró el acuerdo alcanzado, aunque sostuvo que “es uno de los mayores retos” que ha afrontado su país, ya que Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, “afronta presiones” de los ministros más radicales que se oponen a este acuerdo, según informa el periódico El País. En este contexto, el canciller de ese país, Gideon Saar, señaló que es “un acuerdo muy difícil, doloroso, pero muy importante”.
Por otra parte, para el grupo islamista Hamás, el pacto acordado “es el resultado de la legendaria firmeza del gran pueblo palestino”. La “alegría y el alivio” también brotaron entre los familiares de los rehenes, quienes han reivindicado sin descanso en las calles y en las instituciones un alto el fuego.
El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que “actuaron como un solo equipo” con el mandatario electo, Donald Trump, tras anunciar el acuerdo de paz por seis semanas. Por su parte, el magnate estadounidense señaló que “sin siquiera estar en la Casa Blanca” logró este acuerdo. El jerarca catarí indicó que la ayuda de las administraciones “fue vital” para lograr el acuerdo.
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