La inflación experimentó una desaceleración y en julio llegó al 0,39%. En el acumulado de enero-julio el Índice de Precios al Consumo aumentó a 7,51% y en los 12 meses se ubicó en 10,05%, según el Instituto Nacional de Estadística.

Los productos que más incidieron al alza fueron: alimentos y bebidas no alcohólicas, carnes y frutas; en el último rubro bajaron los precios de las legumbres y hortalizas. Esos precios empezaron a normalizarse luego de haber sufrido aumentos importantes por las inundaciones de abril.

Restoranes y hoteles fue otro de los rubros que incidió en la suba de precios, al igual que salud y bienes y servicios diversos. Por otro lado, jugaron un rol a la baja en los precios el transporte y las prendas de vestir y calzado.

Con  estos datos, la inflación anualizada quedó al borde de regresar a un dígito.

FOTO: INE