El pan es el alimento base para nuestra supervivencia y ha sido tan importante que en la época del imperio Romano el gobierno regulaba su producción y repartición. Durante siglos hemos desarrollado técnicas distintas para preparar pan por lo que hoy en día podemos disfrutar de una amplia variedad que nos brinda diversas opciones nutrimentales.

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Es el más fácil de encontrar como bolillo, baguette o pan rústico. El olor a pan recién salido del horno es inconfundible en cualquier panadería. Es un pan de harina de trigo perfecto para toda la población ya que provee de energía al cuerpo en muy corto plazo y calma el hambre. Se puede utilizar a cualquier hora, tanto con sabores dulces como salados.Es una masa preparada para pan blanco enriquecida con leche que se vierte en moldes. Para mantener su consistencia suave durante más tiempo contiene más grasa, sin embargo, contiene el mismo valor calórico. Es la mejor opción para sándwiches de consumo infantil por su suavidad.

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Después de preparar pan blanco normal o de molde se corta y se tuesta hasta deshidratar. Esto permite conservarlo durante mucho tiempo sin que se enmohezca. En caso de diarrea es altamente recomendado. Al estar deshidratado el proceso de digestión es sumamente lento por lo que ayuda para la sensación de saciedad durante un estricto régimen alimenticio.

Complementar el pan blanco con nueces lo enriquece con antioxidantes que combaten la fatiga mental, aportan energía y los minerales necesarios para un adecuado funcionamiento nervioso.

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Este pan emplea harina de trigo como la del pan blanco a la cual se le añadan trozos de salvado. Este pan contiene los beneficios del pan blanco y combate el estreñimiento. Ojo, no es lo mismo que el pan integral.

La harina de maíz carece de gluten por lo que es la mejor opción para las personas con enfermedad celiaca e intolerantes al gluten.