La Justicia tomaría este martes una resolución con el policía que quedó detenido por los incidentes en el boliche Coyote, en donde falleció el joven Nicolás Cuña. El arma de la que salió el disparo pertenecía al efectivo, quien trabajaba como guardia de seguridad en el lugar. 

Coyote queda ubicado en Colorado y San Martín. Los hechos se produjeron en la madrugada del lunes, cuando se cerraron las puertas del local, luego de alcanzar su capacidad máxima de público. Testigos aseguran que en ese momento aún quedaba por entrar unas 400 personas, y varias de ellas tenían la entrada para ingresar al local.

En ese momento se dio una situación sumamente confusa y que aún se investiga, según testigos del hecho. Llegó un vehículo con cuatro individuos que arrojaron gases al público que estaba en la vereda, varias personas agarraron piedras para arrojarlas y en ese momento se escuchan disparos.

Un joven resultó herido a la altura del codo y debió ser hospitalizado, aunque horas después fue dado de alta. Pero otro joven, Cuña, de 19 años, recibió un impacto de bala en el pecho. Fue trasladado de forma inmediata al Sanatorio Español, pero llegó sin vida.

Fue en ese momento que un efectivo de la Republicana que trabajaba como guardia en ese lugar se entregó ante la Justicia. Declaró el pasado lunes y volverá a hacerlo este martes. El fiscal del caso, Gustavo Zubía, dijo que restan elementos por comprobar, como por ejemplo el vínculo laboral que tenía exactamente el efectivo policial con el boliche.

Reacciones tras este caso

Tras estos hechos, hubo reacciones violentas en las últimas horas. Por un lado, un corte de calle, con quema de cubiertas y hasta un vehículo incendiado en San Martín esquina Capitan Tula.

Además, unas 30 personas que estaban en el velatorio de Cuña se dirigieron hacia una casa en la esquina Luis Mazzei y Avenida de las Instrucciones, donde en ese momento se encontraba una de las personas que participó en la pelea de Coyote. Allí provocaron daños y saquearon en lugar. No hubo lesionados. Sí hubo tres detenidos. La Policía incautó piedras y hondas.

FOTO: Facebook Cuña