Se llamaba Zetta en honor a Zafra, el pueblo extremeño de apenas 15.000 habitantes, en España, donde decían que nació.
Esta marca de teléfonos inteligentes, cuyo logo es una bellota mordisqueada al estilo de la manzana de Apple (también en homenaje a Extremadura, tierra de encinas), aseguraba vender celulares de alta gama, pero a menos de la mitad de precio que sus competidores.
Su eslogan, «el primer móvil extremeño» hacía referencia a la venta de «terminales de elaboración propia de alta calidad con las últimas prestaciones», desarrollada en la región española.
La empresa, Zetta Smartphone, fue fundada por dos extremeños, Unai Nieto y Manuel Muñoz, y por un inmigrante chino, Eric Cui, quien tenía una tienda de telefonía móvil.
«Tras más de 5 años en el sector, surgió la idea de crear nuestra propia marca de smartphones», aseguran en su página web.
Los empresarios dicen que, tras visitar fábricas de teléfonos celulares en Shenzhen, China, «se dieron cuenta de casi todas las grandes marcas tienen su fábrica de montaje en el país asiático, e incluso de que iPhone y Samsung son montados por un mismo fabricante».
Así fue como «llegaron a la conclusión de que podían realizar su sueño en común: fabricar su propio teléfono inteligente», relatan.
Y, aunque dicen que han vendido más de 2.000 terminales y dicen tener seis puntos de distribución en toda España (además del local), todo parece indicar que ese sueño se está convirtiendo en pesadilla.
Éxito inicial
Durante un tiempo, recibieron bastante atención mediática y pública.
El diario El Español lo definió en un extenso artículo (publicado el 15 de octubre) como «una de las aventuras empresariales más insólitas, valientes y emocionantesde la tecnología patria».
«La crisis me dejó en paro», le contaba Nieto al periódico, al tiempo que explicaba cómo conoció a Cui (al comprarse un celular a su tienda) y cómo tuvieron la idea de comenzar a fabricar móviles juntos.
Nieto dijo que, cuando lanzaron su primer celular (en diciembre de 2014), recibieron apoyo del público en general y también de la Junta de Extremadura, la institución que organiza el gobierno de esa región.
«Quisieron conocer el producto y estar con nosotros. Respaldarlo, interesarse por su desarrollo. Nos sorprendió mucho que la respuesta fuese tan multitudinaria», dijo Nieto.
«A nivel técnico siempre hemos querido usar la última tecnología. Si las grandes marcas tienen cámaras de 13 megapíxeles, nosotros las montamos de 16. Si están utilizando 2GB de RAM, intentamos meter 3GB», contaba el extremeño.
Muchos medios escritos y audiovisuales del país se hicieron eco de la noticia.
Pero, en cuestión de días, los titulares nacionales cambiaron de «el iPhone español» al caso «Bellotagate» y a las palabras «fraude» y «estafa».
El caso «Bellotagate»
Al final, se descubrió que los Zetta podrían ser ,en realidad, teléfonos chinos Xiaomi (que cuestan US$87 menos) modificados en su aspecto exterior.
El supuesto fraude salió a la luz gracias a las comunidades web Forocoches y HTCManía, en donde algunos supuestos usuarios de la marca explicaron por qué creían que se trataba de una estafa.
Según tales informaciones, el «iPhone extremeño» no sería de fabricación propia, como aseguran sus fabricantes. El diseño de uno de sus terminales sería una copia de un modelo de Xiaomi, Redmi Note 2, al doble de su precio original, con el mismo hardware y con otro logo.
Según el testimonio de algunos usuarios, la copia era «de tan mala calidad que se les olvidó borrarle el logo».
Y les acusan de ser tan sólo una marca comercial detrás de la empresa Movishark Europa S.L., la cual estaría registrada únicamente a nombre de Cui, quien después registró varias marcas comerciales, incluida BellotaPhone y, finalmente, Zetta.
La organización de consumidores Facua dijo en un comunicado que, según la Oficina Española de Patentes y Marcas, el propietario de la marca Zetta es, efectivamente el inmigrante chino, cuyo nombre completo es Bojun Cui.
«No hemos estafado a nadie»
Zetta dice que, efectivamente, se apoya en empresas asiáticas, pero rechaza estar vendiendo teléfonos Xiaomi con su marca.
«El primer smartphone que sacamos a la venta, el Multiverso 5.5, fue diseñado y realizado por la propia empresa con el apoyo de cadenas de producción chinas», explican los creadores en un comunicado oficial.
Pero admiten que «en otros modelos, la empresa comparte componentes electrónicos con algunas empresas del sector asiático», los cuales «mejoran y adaptan para clientes europeos».
«Nosotros en ningún momento hemos estafado a nadie, y esta polémica nos ha sorprendido», contó Nieto este viernes en una entrevista radiofónica con Onda Cero Badajoz.
«De China nos viene el producto en bruto, pero la carcasa y el software se adaptan en Zafra para que funcione en el mercado español; se hizo un trabajo de diseño sobre él».
«El proveedor del material nos dio permiso para modificarlo. De hecho nunca nos puso ningún problema», agregó.
«Quienes nos acusan no son clientes nuestros. Nuestros clientes nos apoyan», explicó Cui en ese mismo medio. «Somos una empresa pequeña y estamos intentando salir adelante como podemos».
Por su parte, el fabricante de móviles chino Xiaomi niega tener vinculación alguna con la firma española.
Mientras tanto, las organizaciones de defensa del consumidor aconsejan a quienes compraron el celular que reclamen su dinero.
«Hemos remitido sendas denuncias contra la empresa Zetta Smartphone (Movishark Europa SLU). Y la asociación también espera que la fiscalía inicie actuaciones para investigar y determinar las dimensiones del fraude», explican desde Facua.
Según los empresarios, las informaciones «no contrastadas» vertidas en distintos foros y medios de comunicación son «inexactas».
«Zetta es una pequeña empresa, con apenas 7 trabajadores, que humildemente están trabajando intensamente para ofrecer la tecnología asiática y su uso en España y en Europa para su correcto funcionamiento», explicaron en un comunicado.
Por el momento, la firma ha tenido que detener la producción mientras el caso del «iPhone extremeño» es investigado por las autoridades.
«No ha habido ninguna sola devolución del equipo y no estamos engañando a nadie», sostienen los empresarios.