Nicolás Maduro reapareció ayer tras su monumental marcha atrás del sábado para echar las culpas a otros, habitual estrategia del chavismo. «Es el coletazo de Obama, la venganza para sembrar violencia», aseguró, tras adjudicarse la salvación monetaria del país con su «viraje táctico, golpe y contragolpe».

No lo cree así la Conferencia Episcopal, que señaló al mandatario: «[Las medidas] han provocado indignación, rechazo y violencia. Los pobres, como siempre suele suceder, han sido los más perjudicados y los más indefensos».

El «hijo de Chávez» reculó para «legalizar» de nuevo el billete de 100 bolívares (el nuevo plazo acaba el 2 de enero) tras 48 horas de violentos disturbios, protestas y saqueos en varias zonas del país. Durante cinco días, buena parte de la ciudadanía realizó colas y pugnó por conseguir efectivo en los bancos. Ahora toca todo lo contrario: acudir al banco para buscar los billetes.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Foto: Archivo

En la pintoresca conspiración, un «golpe con fecha 16 de diciembre» para dejar al país sin dinero físico, no sólo participaba el presidente de Estados Unidos, sino también la oposición, las «mafias de Cúcuta, Maicao y Miami», medios de comunicación y grupos armados de malandros. El presidente explicó que más de 5000 millones de billetes de 100 han vuelto a los bancos, algo absolutamente normal porque el Banco Central imprimió más de 6000 millones en los últimos años. «Miente el presidente, desde que arrancó este caos se sabía que los nuevos billetes tardarían. Tuvieron que revertir la medida», destacó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.

El primer mandatario aseguró que Estados Unidos provocó la cancelación de los vuelos fijados para transportar los billetes nuevos. Medios financieros no creen semejante explicación y achacan el retraso a las deudas adquiridas por el Estado venezolano. Más allá de las fantasías revolucionarias, el toque de queda y la militarización se mantuvieron ayer en varias zonas del país, sobre todo en Ciudad Bolívar, víctima de un estallido de ira social. En la capital del estado fronterizo y en varios municipios que circundan la carretera hacia Brasil fueron saqueados más de 100 comercios.

 

FUENTE:AGENCIAS