El overbooking, ofrecer y vender algo por encima de la capacidad, no es un error sino una práctica muy común. Pasa con los pasajes de avión, los turnos médicos y las reservas hoteleras, por nombrar algunas. ¿Por qué? Por la alta tasa de cancelaciones.
Una experta en estadística, Nina Klietsch, explica en un video las razones y consecuencias de esta estrategia. Con respecto a los vuelos, las empresas estudian cada ruta para entender cuántas personas por avión compran el pasaje pero no llegan a subirse por alguna razón. Cita un ejemplo: si un vuelo de 180 plazas tiene un promedio de «presentismo» de 162 personas, esto quiere decir que podría vender 18 pasajes de más para usar bien sus recursos y volar completo.
Eso si todo sale «bien» para la empresa, y muy mal para todos los que se quedaron dormidos o atorados en el tránsito camino al aeropuerto. Pero tiene una cara negativa: que 50.000 personas por año que no se puedan subir a un vuelo para el que tienen pasajes comprados.
En ese escenario, las empresas tienen que asumir ciertos gastos entre penalizaciones, hoteles y gastos de los pasajeros varados. Es por eso que hacen cálculos muy precisos para entender el accionar de sus clientes y poder aprovechar mejor sus recursos.