Al menos cinco presos murieron la madrugada de hoy luego de un motín en una cárcel del centro de Manaos, a la que varios reclusos habían sido trasladados después de la masacre del lunes últilmo, en otra prisión de esta capital del estado brasileño de Amazonas.
La nueva matanza -la tercera en la región amazónica en tan sólo una semana- ocurrió en la Cárcel Pública Raimundo Vidal Pessoa, que estaba cerrada desde octubre por falta de condiciones adecuadas y había sido reabierta a principios de esta semana como medida de emergencia para recibir a más de 200 presos provenientes del Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj), escenario de los brutales ataques que dejaron 56 muertos y conmocionaron a todo el país. Tres de los nuevos reclusos asesinados fueron decapitados, confirmó a la prensa el secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sergio Fontes, quien señaló que la situación ya estaba controlada esta mañana y la policía revisaba las instalaciones.
Aún no se sabe el motivo que generó los nuevos hechos de violencia, pero ya el viernes último los presos se habían quejado por el hacinamiento. La mayoría de los detenidos allí decían haber sido amenazados por la banda regional Familia do Norte (FDN), aliada de la poderoso grupo de Río de Janeiro Comando Vermelho (CV), segunda organización criminal más grande de Brasil detrás del Primeiro Comando da Capital (PCC), de San Pablo.
Tras varios años de tregua, el PCC y el CV rompieron en junio último el acuerdo de no agresión que mantenían y desde entonces libran una feroz guerra por el control de las rutas del narcotráfico provenientes de países limítrofes como Colombia, Perú, Bolivia y Paraguay. El enfrentamiento se da en las calles, principalmente en favelas controladas por uno y otro bando, así como en las cárceles, que sirven como centros de reclutamiento y desde las cuales los líderes criminales siguen actuando gracias a la falta de controles de comunicaciones telefónicas y armas.
Se cree por órdenes del CV, la FDN emprendió el asesinato de bandidos del PCC que estaban en el Compaj y luego, en venganza, integrantes del PCC atacaron a miembros de la FDN y el CV en la Penitenciaría Agrícola Monte Cristo, en las afueras de Boa Vista, capital del estado amazónico de Roraima, con un saldo de 33 muertos.
Con más de 622.000 presos, Brasil posee la cuarta población carcelaria a nivel mundial después de las de Estados Unidos, China y Rusia, aunque tiene capacidad para sólo 371.884 detenidos. Las tres matanzas ocurridas esta semana volvieron a hacer sonar las alarmas sobre la latente crisis de las cárceles en Brasil. La Organización de las Naciones Unidas, Human Rights Watch y hasta el papa Francisco exhortaron a las autoridades brasileñas a tomar medidas urgentes para resolver el acuciante problema.