LG y Sony, dos de los únicos grandes fabricantes que todavía siguen produciendo televisores 3D, dejarán de ofrecer este sistema desde este año.

Todo apunta a que este año será el momento de su capitulación. La tecnología 3D que llegó hace unos años al mundo de la imagen agitó el mercado como la nueva revolución doméstica. Todos los usuarios querían vivir en sus hogares la misma experiencia que cuando quedaron asombrados por «Avatar», la película de James Cameron que puso en boca de todos esa capacidad de «sentir» la imagen.

Pues tras varios años de intentos y después de convertirse en un standar más dentro de las funciones de esta «caja tonta» que ya de tonta no tiene un pelo la industria de la imagen se empieza a retirar de esta tecnología supuestamente inmersiva de la que la falta de contenidos adaptados se percibe como uno de sus principales problemas.

Ya desde el pasado año algunos fabricantes como Samsung y LG -dos de los de mayor éxito comercial- empezaron a reducir su catálogo de «teles» 3D. Este año será aún más duro. Si le siguen la corriente a LG, a partir de esta temporada los productos que se vendan prescindirán de esta tecnología para centrarse en lo que la industria debería haber hecho hace mucho tiempo, la calidad de imagen.

LG y Sony, dos de los únicos grandes fabricantes que todavía siguen ofreciendo televisores 3D, dejarán este sistema en 2017, según el medio especializado «Cnet». La razón, como es obvia, es la capacidad de escalabilidad de otro tipo de tecnologías más actuales que persiguen ofrecer mejor calidad de imagen. Los grandes fabricantes han decidido abandonar el soporte 3D para concentrar sus esfuerzos en las capacidades como el HDR -Alto Rango Dinámico-, que ofrece unas cualidades más atractivas, y en la resolución, como el 4K, nuevo estándar de imagen a perseguir.

Esta decisión se produce después de que Samsung y Philips han puesto punto y final al 3D desde el pasado año. Firmas de menor ventas como Hisense o Sharp también evitaron cualquier mención en la pasada feria CES 2017, supuestamente el gran escaparate de la electrónica de consumo en donde se presentan los artículos que serán tendencia en el próximo año.

El desafío de presentar una nueva forma de consumo de contenidos en base a efectos visuales en la pantalla ha perdido fuelle. Tras el entusiasmo inicial, los modelos que dan soporte a esta tecnología ya se venden a precios muy asequibles y no han logrado cautivar al espectador doméstico, aunque sí siguen atrayendo en cierta manera al público que acude regularmente a las salas de cine. De hecho, son muchos los títulos, sobre todo del género de la acción y la ciencia-ficción, que cuentan con versiones para usar gafas tridimensionales, pero a precios de taquillas más elevados que las del formato digamos «normal».

Según datos de la firma de análisis NPD Group, las ventas en el mercado estadounidense de televisores con 3D han disminuido desde 2012 y únicamente el 8% del total de ventas en 2016, frente al 16% con el año anterior. Las ventas de reproductores de Blu-ray con capacidad 3D también cayeron en torno al 11% en 2016 en comparación con el 25% de 2015.