Aquí está un recorrido con mucha historia por el subsuelo de localidades de China, Turquía o CanadáDerinkuyu, Capadocia (Turquía)

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En la región turca de Capadocia, se encuentra la ciudad de Derinkuyu, la más conocida de las 37 ciudades subterráneas abandonadas de la región.
Se estima que su construcción pudiera tener unos 3.500 años, pero no fue hasta 1963 cuando fue descubierta. La ciudad, que podía albergar entre 10.000 y 30.000 habitantes, tenía entre 18 y 20 niveles subterráneos de los que solamente es posible visitar los ocho superiores.
El historiador griego Jenofonte explica que estas personas que habían excavado sus casas bajo tierra vivían en alojamientos lo suficientemente grandes como para albergar una familia, sus animales domésticos y los suministros de alimentos que éstos almacenaban. En el interior de la ciudad pueden observarse establos, comedores, salas para el culto, cocinas, prensas para el vino, bodegas, cisternas de agua y áreas habitacionales. La ciudad cuenta con pozos de agua y galerías de comunicación.
Fue abierta a los visitantes en 1969 y hasta la fecha sólo el diez por ciento de la ciudad subterránea es accesible para los turistas Dixia Cheng, Pekín (China) 

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La ciudad subterránea Dixia Chéng fue construida en Pekín durante la Guerra Fría -entre 1969 y 1979- como refugio nuclear. Los túneles corren por debajo del centro de la ciudad a lo largo de 85 kilómetros cuadrados y entre 8 y 18 metros bajo tierra. Esta ciudad subterránea estaba equipada con instalaciones tales como restaurantes, clínicas, escuelas, teatros, fábricas y hasta una pista de patinaje sobre ruedas, así como almacenes de aceite o de cultivos de hongos. Además, contaba con un sistema de ventilación capaz de proteger a los habitantes de los túneles de gases venenosos. En su momento había alrededor de 90 entradas al complejo todas las cuales estaban ocultas en las tiendas a lo largo de las principales calles de Qianmen.
El complejo, que fue diseñado para soportar ataques nucleares, bioquímicos y convencionales nunca llegó a utilizarse para el fin original abriéndose para uso turístico en 2000 y cerrando por problemas estructurales en 2008.

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Coober Pedy, en Australia
La ciudad australiana de Coober Pedy es conocida, fundamentalmente, como la capital mundial del ópalo debido a la cantidad de minas de este mineral que se encuentran allí pero también es famosa porque la mayoría de los habitantes viven bajo tierra, en viejas minas rehabilitadas para protegerse de las altas temperaturas.
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Todo un intrincado de casas subterráneas que nada tienen que envidiar a los hogares de la superficie. Estas viviendas cuentan con tres habitaciones, salón, cocina, baño y además con agua corriente, electricidad y aire acondicionado incluidos.

En 1981 se construyó el primer hotel bajo tierra de la ciudad (también se puede optar por habitaciones en superficie) además de poder visitar las diferentes tiendas subterráneas, bares, museos o su iglesia.

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Los Túneles de Moose Jaw, Canadá
La ciudad canadiense de Moose Jaw es famosa por tener toda una red de túneles subterráneos que conectan los principales edificios del centro de la urbe y que se construyeron a principios de 1908.
Aunque el origen real de los túneles no está del todo claro, lo cierto es que estos subterráneas sirvieron de refugio a los ciudadanos chinos que trabajan para el ferrocarril canadiense. Familias enteras vivían bajo tierra y salían al exterior para trabajar a cambio de comida y suministros.
En los años 1920, durante la «ley seca», los túneles sirvieron para el contrabando y almacén de alcohol ilegal que luego era enviado a EE.UU. así como lugar de juego y prostitución, todo muy al estilo de la mafia, de hecho, hay constancia de la presencia del mítico Al Capone en los túneles de Moose Jaw.
Ya en el siglo XXI la ciudad aprovechó el tirón turístico para restaurar la red de túneles y convertirlos en una atracción turística que abrió en junio de 2000.Ciudad subterránea histórica de Pilsen, República Checa
La ciudad de Pilsen, en la República Checa, es famosa no solo por la fabricación de su cerveza, sino también por los históricos túneles, un sistema de sótanos de dos o tres niveles que se empezaron a construir entre los siglos XIII y XIX y se extienden por debajo del centro de la ciudad con una longitud de unos 17 km, lo que los convierte en uno de los subterráneos más extensos de centro Europa Central.
Los túneles se construyeron originalmente para almacenar alimentos, así como para la fabricación de cerveza donde se fermentaban y almacenaba.
Otro uso importante del subterráneo era como acceso al agua a través de pozos y como sistema de fortificación de la ciudad.