Los padres estadounidenses que buscan esperma donado para tener hijos de aspecto escandinavo, con pelo rubio y ojos azules, han visto complicada su búsqueda.
En mayo del 2005, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) prohibió la importación de esperma de cualquier país europeo expuesto al mal de las vacas locas, lo que afectó los envíos desde Dinamarca a Gran Bretaña. Aunque algunos bancos de esperma tuvieron suficientes existencias congeladas para satisfacer la demanda, han empezado a quedarse sin ellas.
“Nos queda un poco más, pero no mucho”, dijo Claus Rodgaard, gerente de Cryos International, un banco de esperma danés con sucursales en Nueva York.
“No es nuestra función convencer al público para que tenga bebés de ojos azules, pero si eso es lo que prefieren, el esperma danés es ideal”, dijo Rodgaard. “Es lo único que tenemos en Dinamarca”.
Los científicos sostienen que la prohibición no está justificada.
“El consenso en Gran Bretaña es que se trata de una prohibición estúpida”, dijo el doctor Allan Pacey, especialista de la Universidad de Sheffield y secretario de la Sociedad Británica de Fertilidad. “No hay pruebas de que la dolencia de las vacas locas pueda ser transmitida en el semen humano”.
La forma humana de la dolencia, el mal de Creutzfeldt-Jakob, es transmitida principalmente mediante la ingestión de carne infectada. En raros casos, la enfermedad ha sido propagada por instrumentos quirúrgicos contaminados o en el trasplante de tejido cerebral. No hay casos documentados de que el mal de Creutzfeldt-Jakob haya sido transferido durante o después de la donación de esperma.
Enfermedades como el sida/VIH, hepatitis, o dolencias bacterianas como la clamidia tienen muchas más posibilidades de ser transmitidas por donantes de esperma, según los médicos.
Rodgaard dijo que los bancos de esperma pidieron a la FDA que reconsidere su decisión, aunque hasta ahora no recibieron indicio alguno de que la prohibición pueda ser derogada en un futuro cercano.