Finalmente y tras más de tres horas de un debate que tuvo un cuarto intermedio luego de un cruce bastante duro entre el Edil Barrios Bove (Partido Nacional) y la Edila Graciela Villar (Socialista), la Junta Departamental no alcanzó la mayoría especial necesaria para aprobar la colocación del monumento a la Virgen María en la Rambla. La votacion finalizó 17 en contra y 14 a favor.

«¡Viva la laicidad! ¡Viva la República!», gritaron unos pocos militantes por el «No», integrantes de la Asociación Uruguaya de Libres Pensadores, la Asociación 20 de Setiembre y Apostasía Colectiva. «¡Viva María! ¡Viva la capitana y guía!», retrucaron integrantes de grupos católicos, amplísima mayoría en las barras de la Junta Departamental y que, ni bien se iban desarrollando los discursos, veían que los votos anunciados en lo previo no se modificarían, según relata ECOS Uruguay.

En diálogo con Informativo Universal, el Edil Barrios Bove había calificado como «absurdo» el voto por disciplina partidaria, y éste fue el tema central de discusión, más allá de los argumentos diversos que se esgrimieron. Barrios Bove cuestionó la decisión del Frente Amplio de votar en bloque por la negativa, por disciplina partidaria: «Esa postura monolítica impide que varios ediles de la bancada de gobierno puedan expresar lo que realmente opinan».

Toda la oposición votó a favor. El frenteamplista Walter de los Santos fue el único que no acompañó a su bancada: puso sobre su escritorio una de las banderas de «Sí a la Vírgen», fustigó a sus propios correligionarios y pidió que la votación fuera nominal para «que se sepa que estos ediles no avalan la postura del 90% de los uruguayos».

En una breve intervención al final, el edil Mariano Arana manifestó que le hubiera gustado que esto se hubiera resuelto por «la ciudadanía» en un plebiscito. A la hora de justificar su negativa, lo que era opcional, fue uno de los dos ediles frenteamplistas (la otra fue Adriana Barros) que reconoció que votó por disciplina partidaria.

El tema provocó debates y divisiones evidentes en todos los foros. El propio Intendente Martínez se había mostrado partidario pero su propia bancada de gobierno departamental no lo respaldó.

Algunos integrantes de la Junta y varios ciudadanos que se reunieron en la zona lamentaron que fuera un tema que terminó politizándose, aunque originalmente nada tenía que ver con la política.

Habrá que buscar otro destino para la imagen de la Virgen María.