Un aparente robo «continuado» se registró en el depósito que la Dirección Nacional de Aduanas tiene en el edificio del puerto y que compartía con el destacamento de la Prefectura Nacional Naval.
Según trascendió, en una revisión de rutina, los funcionarios aduaneros se dirigieron al depósito, que hacía algunos meses no era relevado. La sorpresa fue cuando ya al entrar a la galería que conduce a la puerta del depósito, vieron que el candado estaba roto y la cadena cortada. Al entrar al amplio salón, encontraron ropa diseminada por todas partes, y la mayoría de las cajas y paquetes rotos, aunque estaban debidamente identificados con el número de expediente judicial y los detalles de fecha y funcionarios a cargo de los operativos. Continuando la recorrida, notaron que la puerta trasera del local estaba cerrada con candado, pero no era el que había puesto Aduana, sino uno nuevo, cuya llave obviamente no tenían.

El relevamiento primario, que se hizo hasta que la amenaza de la creciente del río impidió el acceso,dio como resultado la falta de al menos cientos de prendas, de las varios miles que había en el lugar. Según pudo saber EL TELEGRAFO, en el lugar había decenas de paquetes y cajas conteniendo cientos de prendas -en una había más de dos mil- producto de diferentes operativos -mas de una veintena de expedientes- realizados entre los años 2010 y 2012, y que estaban aún esperando la resolución judicial. Los funcionarios aduaneros están recomponiendo los expedientes donde está detallada la cantidad y el tipo de prenda que había en cada paquete, un trabajo que retomarán luego que pase la crecida del río Uruguay, y que probablemente le demande algunas semanas para identificar la ropa que quedó y la que falta.

Llamó la atención que había cajas que parecían estar completamente cerradas, pero en realidad habían abierto uno de los extremos y retirado las prendas por esos cortes efectuados al cartón, pero en realidad las cajas estaban casi vacías. De todas maneras, al haberse encontrado ropa desparramada en la habitación, se supone que quien o quienes ingresaron al lugar eligieron el tipo de prenda que querían llevarse, y que podrían haber ingresado en varias oportunidades llevándose la ropa en poca cantidad cada vez.
De la situación fue informada la jueza que está actuando en el caso, y la investigación la está llevando a cabo la Prefectura, que tiene jurisdicción en el lugar y son vecinos del depósito aduanero.

 

(Fuente: El Telégrafo)