En su columna de Economía en fuentes Confiables, el Cr. Darío Andrioli, Director de CARLE & ANDRIOLI Contadores Públicos analizó el desempleo en Uruguay, lo comparó con los países de la región y detalló las perspectivas de futuro.

Los datos de desempleo conocidos la semana pasada (correspondiente al tercer trimestre de 2017) muestran una leve mejora. Hoy analizaremos las tendencias, características y perspectivas de la ocupación.

Aldo Silva ¿Qué consideraciones podemos hacer?

Los últimos datos presentados por INE muestran que para el trimestre julio/set 2017 el desempleo se ubicó en 7.7%. Si bien es algo mejor que igual trimestre 2016 (donde se situaba en 8.2%), se mantiene similar a la desocupación promedio de 2016.

Comparativamente con la región: es más bajo que Brasil, Argentina y Paraguay, aunque es superior al desempleo de Chile.

Se mantienen las principales características de la desocupación uruguaya: es mayor en Montevideo, es más alta en las mujeres y sigue muy alta en los jóvenes (24%). En particular en mujeres jóvenes el desempleo es 30%.

AS ¿Y si analizamos la desocupación más en el largo plazo?

Hace 10 años la tasa de desempleo era mayor a 10%, fue  descendente hasta llegar a un mínimo de 5.6% en 2011. Se mantuvo en niveles bajos hasta 2014 y desmejoró en los dos años anteriores (con crecimiento bajo).

Ahora con mayor dinamismo del producto, el desempleo se mantiene en tasas cercanas a 8%. Los analistas están viendo que el crecimiento actual de la economía no se está traduciendo en mayor empleo.

Incluso el empleo muestra una tendencia descendente (la ocupación se ubica en 58%, uno de los menores niveles de los últimos nueve años, con pérdidade 30.000 puestos de trabajo).

AS  Con baja de empleo ¿cómo se explica entonces que se mantenga la tasa de desempleo?

La tasa de desempleo está determinada por la demanda de trabajo (empleos contratados por las empresas, que decíamos ha bajado) y por la oferta de trabajo (personas en edad de trabajar que están trabajando o buscando empleo,llamado tasa de actividad) que también ha descendido.

Esa tasa de actividad hoy es 63%, algo inferior a hace un año, o sea que menos personas tienen disposición a trabajar, donde pueden incidir por ejla preferencia por el ocio o expectativas sobre la actividad.

En este sentido Deloitte definió un nuevo indicador llamado “tasa de desempleo amplio”, que  además de la desocupación, incluye una estimación de la población que no estaría buscando empleo por estar desalentada. Hoy este indicador se ubica en 9.3%, casi 3 puntos porcentuales superior al registro mínimo de 2013.

AS Y ¿de qué depende la demanda de trabajo por parte de las empresas?

En general se considera que la demanda de trabajo depende dediferentes variables como por ejlos salarios reales, el PIB de la economía, el costo de uso del capital oel tipo de cambio real.  Ninguna explica por sí sola el comportamiento del empleo, aunque algunas sí pueden tener mayor influencia.

Otro de los elementos que puede incidir en la determinación del empleo tiene que ver con la relación en que se combinan capital y trabajo (pueden ser sustitutivos o complementarios). En algunas actividades por ej agro o industria son sustitutivos (por automatización e innovación tecnológica), mientras que en otros sectores como el comercio hay una relación de complementariedad entre el empleo y el capital

AS ¿Están pesando mucho los aumentos de salarios reales?

En el caso del mercado laboral se plantea la discusión respecto a si el equilibrio está fijado solo por la oferta y demanda de trabajo o si además, la determinación del salario juega un rol importante.

En la práctica el incremento sistemático del salario real, sin incremento de productividad, ha presionado al alza los costos de las empresas y en la última década ha contribuido a la pérdida de competitividad.

Recordemos que en el último quinquenio el crecimiento del salario real promedio anual ha sido de 3.5%, frente a un incremento medio del producto de 2.5%.

AS ¿Cuáles son las perspectivas entonces para el empleo?

De acuerdo a la última encuesta de expectativas del BCU la estimación de cierre para 2017 es depérdida de empleo de 0.20%.

Para 2018 se prevé una mediana de crecimiento de nuestro producto de 3.2%, mientras que la estimación media de aumento de empleo es de     0.5%. O sea que las buenas perspectivas de actividad no se acompañarían  con un aumento significativo del empleo.

Por ejemplo, de la última encuesta de Expectativas Empresariales de octubre de Deloitte, surge que solo 11% de las empresas tiene previsto aumentar su número de trabajadores en los próximos 12 meses.

Hay que ver como se serán las nuevas pautas y negociaciones salariales.

Aquí la columna completa con Aldo Silva: