Peñarol y Defensor son los merecidos finalistas de la Copa Uruguaya. Defensor con un increíble rendimiento parejo a lo largo de todo el año fue protagonista de los tres torneos, ganó el apertura, definió el intermedio y peleó el clausura que fue ganado por Peñarol en una campaña excelente con 14 partidos ganados de 15 disputados.

Defensor basa su rendimiento en un plantel parejo mezcla de juventud y experiencia, Acevedo logro que la estructura futbolística se mantenga a pesar de los cambios, su principal obstáculo fue encontrar la forma de que los rivales no le encuentren la vuelta, fin de semana tras fin de semana se las ingenio para ganar moviendo las piezas.

Con un defensa solidificada con Maulella, Correa y Lamas, cuando por distintas razones debió cambiar Carrera y Alvarez cumplieron. Con laterales volantes que fueron importantes un gran campeonato de Cougo, en la derecha entre Suárez y Beltrán resolvieron el sector.

El gran problema de Acevedo es la diferencia entre un medio campo con Benavidez, Cardaccio y Cabrera y otro con los sustitutos, creo que en esa zona se siente cuando no juegan los titulares a pesar de que Rabuñal hizo un buen torneo.

Debió sustituir a Maxi Gómez, el juego le cambió, de tener un nueve de área a generar otro tipo de circuitos, Carneiro es mas de arrancar de atrás, López es mas de encarar, por momentos Defensor no tuvo ese delantero centro que culminara las jugadas. Parece mentira pero nacional le sacó a Zunino y a Bueno y no está en la definición.

Peñarol hizo un apertura malo y un clausura excelente, su momento se basa en las decisiones acertadas del presidente que cambió su forma de pensar y se dio cuanta de que tenía que levantar la mira, trajo jugadores de experiencia, acertó 100 % con la dilatada contratación de Gargano, el jugador fundamental que levantó a Cristhian Rodriguez, se decidió de una vez por todas a darle una oportunidad a Palacios, todos los mitos de que le pesaba la camiseta se derribaron, fue determinante resolviendo partidos claves.

Una noche el desespero de la directiva quería sacar todo de un plumazo, esa noche los dirigentes del oficialismo se acostaron pensando que al otro día amanecía un Peñarol sin Leo Ramos, sin Gonzalo De Los Santos y sin Carlos Sanchez, Damiani decidió bien, banco a Ramos, eso le costó alguna ríspidez con los que lo rodeaban.

Peñarol armó un equipo a prueba de técnicos, Ramos lo condujo a ganador por que tomo las decisiones que su convicción le marcaban, siempre quiso a Dawson en el arco, a Guruceaga había que venderlo, no se dejó llevar otra vez y decidió, desde el arco comenzó el cambio, la llegada de Formiliano, un sobrio defensa de perfil bajo, a la antigua, hizo crecer a Ramón Arias. Los argentinos no fueron desequilibrantes pero pusieron su cuota. La gran gran sorpresa la dio Estoyanoff, con frescura y una actitud madura terminó poniéndole la frutilla a un equipo que esta firme.

Los finalistas están definiendo por merecimientos propios, Nacional perdió el campeonato con los dos equipos que jugarán el descenso, El Tanque y Sud América, eso lo dice todo.

(Por Ernesto Faría)