Según informó la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Inspectores de Fauna, en un operativo coordinado con Interpol constataron aves exóticas y fauna nativa en propiedades de Marcelo Balcedo, detenido en Uruguay el pasado 4 de enero a pedido de la Justicia argentina, por una causa de presunto lavado de activos y asociación ilícita.

Entre las especies exóticas se encontraron dos guacamayos, un loro hablador, 5 llamas y 2 alpacas; y entre las autóctonas, 5 carpinchos y 14 ñandúes, que si bien estaban en buen estado, la ley de nuestro país prohíbe la captura y tenencia de animales silvestres o salvajes y de especies protegidas legalmente.

Las aves incautadas integran la denominada Convención de sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, en sus siglas en inglés), un acuerdo que apunta a conservar la biodiversidad a través de la regulación del comercio de especies.

Dos de ellas son guacamayos que integran el Apéndice 1 de la Convención, dado su mayor grado de amenaza de extinción. Uno el Ara chloroptera, conocido como el guacamayo rojo o guacamayo aliverde, una especie de ave de la familia de los loros, de gran tamaño, que atraen la atención por su espectacular colorido, y su llamado estridente con el que se comunican durante el vuelo. El segundo guacamayo encontrado es el Ara ararauna, también conocido como guacamayo azul y amarillo, también de la familia de los loros, propia de América del Sur.
La tercera especie es la Amazona aestiva, más conocida como loro hablador, que integra el Apéndice 2 de la Convención. Una especie en continuo tráfico en Uruguay.

La lista de especies protegidas por CITES asciende hoy a 134 especies de fauna y numerosas especies de flora —tales como cactus, orquídeas, más una especie de helecho arborescente— bajo la protección de esta Convención. Este número se actualizó a partir de las enmiendas aprobadas en la 17ª Reunión de la Conferencia de las Partes celebrada en los meses de setiembre y octubre de 2016, en Johannesburgo, que entraron en vigor el 2 de enero de 2017.

En Uruguay el cuidado de la biodiversidad es una política de Estado. De la calidad y el bienestar de nuestros ecosistemas, de las especies de flora y fauna, así como de los recursos genéticos, que constituyen la diversidad biológica, depende también la calidad de vida de la población.

En particular la protección de la fauna autóctona está siendo un tema de un alto grado de sensibilidad para nuestra sociedad, demostrado en un alto porcentaje de denuncias recibidas en Dinama, que concluyeron con cerca de 1.000 ejemplares liberados a su medio natural en 2017.

El operativo dejó en evidencia, otra de las excentricidades identificadas en esta investigación: la intención del dueño de la propiedad de constituir su propio zoológico privado.